Frutas y verduras en un establecimiento

Frutas y verduras en un establecimientorawpixel.com

Las frutas y verduras que no pueden faltar en la lista de la compra en invierno

Son una importante fuente de hidratación, vitaminas, minerales y fibra

Apostar por los productos de temporada es uno de los principales consejos de los profesionales de la salud. Son más económicos, más sabrosos, y mucho más sanos. Desde la Fundación Dieta Mediterránea resaltan que las frutas y hortalizas representan una importante fuente de hidratación para nuestro cuerpo, al aportar gran cantidad de agua, a la vez que representan la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta.
«Es fundamental consumir cinco raciones de fruta y verdura a diario. Gracias a su contenido elevado en antioxidantes y en fibra pueden contribuir a prevenir, entre otras, algunas enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer», remarca.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ofrece una lista de frutas y hortalizas por las que apostar este mes de enero.
En primer lugar, destaca:
  1. Acelga
  2. Ajo y cebolla
  3. Apio
  4. Alcachofa
  5. Berenjena
  6. Brócoli
  7. Calabacín y calabaza
  8. Coliflor
  9. Espinaca
  10. Escarola y lechuga
  11. Endibia
  12. Lombarda y repollo
  13. Nabo
  14. Pepino
  15. Pimiento
  16. Puerro y rábano
  17. Tomate
  18. Zanahoria

Frutas de temporada

Sobre las frutas de enero, valora que «están llenas de antioxidantes» como las vitaminas y los minerales, y menciona:
  1. Aguacate
  2. Caqui
  3. Chirimoya
  4. Frambuesa y fresón
  5. Kiwi
  6. Limón, mandarina y naranja
  7. Pera y manzana
  8. Plátano y pomelo

Pérdidas nutricionales

En este sentido, desde la Fundación Española de Nutrición (FEN) resaltan la necesidad de primar en nuestra cesta de la compra y en nuestros menús los productos de temporada, pero también de proximidad, no sólo porque pueden resultar más económicos para nuestro bolsillo, sino porque también cuidamos el planeta, entre otras razones.
«Con alimentos de temporada el precio será menor y, además, los alimentos recogidos en su estado óptimo de maduración son los que nos aportarán una mayor cantidad de nutrientes. Es interesante mencionar que almacenar unas manzanas entre 5 y 9 meses supone un aumento del 8-16 % de las necesidades de energía», recuerda esta institución.
La Fundación Española de Nutrición alerta de que, en muchas ocasiones, el almacenamiento, el transporte, y la conservación de éstas harán que disminuya tanto la calidad nutritiva (nutrientes y fitoquímicos presentes), como la calidad comercial del producto, es decir, sus características concretas como el color, la forma, la frescura o el aroma del alimento.
«El tiempo que trascurre desde que el producto se cosecha hasta que se consume es el principal responsable de las pérdidas nutricionales, por encima de la distancia recorrida», reconoce. Asimismo, subraya que aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal es importante a la hora de reducir el impacto ambiental de la dieta.
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