
Una anciana resolviendo un crucigrama
Hacer crucigramas retrasa el deterioro cognitivo, según un estudio
Durante 78 semanas, 107 personas han realizado juegos cognitivos y crucigramas para estudiar la regresión a cognición normal
El deterioro cognitivo leve (DCL) provoca un mayor riesgo en el avance de la demencia, particularmente de Alzheimer, en adultos mayores. Sin embargo, llevar un estilo de vida cognitivamente activo puede reducir el riesgo de la aparición del DCL, así como de la demencia. Por ello, un estudio publicado por Devanad ha tratado de averiguar qué actividades ayudan a frenar su aparición.
Durante 78 semanas se llevó a cabo la investigación en la Universidad de Columbia, el Instituto Psiquiátrico del Estado en Nueva York y en el Centro Médico de la Universidad de Duke, Estados Unidos.
107 participantes y dos grupos
A los participantes en el estudio se les asignó aleatoriamente uno de dos ejercicios de estimulación cognitiva a través del ordenador: juegos cognitivos o crucigramas. Los juegos consistían en tareas de memoria, correspondencia, reconocimiento espacial y de velocidad de pensamiento, y a medida que avanzaba el estudio, aumentaba la dificultad. Los 107 integrantes tenían entre 55 y 95 años, hablaban inglés y cumplían con los criterios de la Iniciativa de Neuroimagen de la Enfermedad de Alzheimer.
Los resultados mostraban que la demencia progresó en 6 de los 56 del grupo de los crucigramas (un 10,7 %). También avanzó en 8 de los 51 del grupo de los juegos (un 15,7 %). Además, se produjo una regresión del deterioro cognitivo leve a la cognición normal en 17 de los 56 participantes del grupo de los crucigramas, lo que supone un 30,4 %; y en 12 de los 51 de los juegos, un 23, 5 % de los casos.Estos datos se plasman en la disminución del volumen del hipocampo, la zona del cerebro encargada de los recuerdos y la memoria, así como del grosor del córtex, donde se produce el pensamiento. En ambas, la reducción fue mayor en el grupo de juegos, entre 1 y 0,5 % más. Esto, apuntan los investigadores, «sugiere un posible efecto modificador de la enfermedad». En adultos cognitivamente sanos, «el entrenamiento de la memoria se ha asociado con un aumento del grosor cortical, especialmente en la corteza fusiforme derecha y orbitofrontal lateral», prosiguen.
Devenand apunta que los crucigramas pueden ayudar, aunque concluyen que el estudio no es definitivo. Se está profundizando en la investigación, dando a un grupo de participantes un crucigrama a la semana, otro realizará cuatro y un tercero, ninguno.
Pese a que la realización de crucigramas y otros ejercicios cognitivos no 'curan' la demencia, su práctica es una ayuda significativa en el retraso de su aparición.