¿Cómo debo actuar si me pica una garrapata?

Las garrapatas, pequeños parásitos que se nutren de la sangre de animales y humanos, son conocidas por ser importantes propagadoras de enfermedades graves, entre las que se incluye la fiebre hemorrágica Crimea-Congo. Los servicios de salud de La Rioja especifican que, en España, las dolencias más relevantes transmitidas por estos arácnidos son principalmente de origen bacteriano, como la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa, DEBONEL, anaplasmosis humana o tularemia. También algunas no infecciosas como la parálisis neurotóxica.

Sin embargo, no todas las garrapatas son portadoras de patógenos, ni todas pican a las personas. Su temporada de mayor actividad en España abarca de abril a octubre, coincidiendo con los meses más cálidos.

Prevención de picaduras

Para evitar ser picado, el Ministerio de Sanidad recomienda varias precauciones. Aconseja vestir manga y pantalón largos, y usar calzado cerrado o botas con calcetines. Además, es preferible optar por ropa clara para facilitar la detección de estos diminutos arácnidos. Al caminar, lo ideal es mantenerse por el centro de los senderos, evitando el contacto con la vegetación y absteniéndose de sentarse directamente en el suelo en áreas de abundante flora.

El uso de repelentes autorizados, siguiendo siempre las instrucciones, es crucial. Al salir con mascotas, aplicarles productos antiparasitarios externos, previa consulta con el veterinario.

Después de cualquier actividad al aire libre, es fundamental revisar meticulosamente todo el cuerpo, tanto el de adultos como el de niños y mascotas, buscando posibles picaduras. Se debe prestar especial atención a zonas cálidas y húmedas como axilas, ingles, cuero cabelludo, detrás de las rodillas, dentro y fuera de las orejas, ombligo y cintura, y lavar la ropa con agua caliente después de cada jornada.

Cómo actuar ante una picadura

Tanto el Ministerio de Sanidad como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) insisten en la importancia de retirar la garrapata lo antes posible. Esto se debe a que la mayoría de las enfermedades se transmiten solo después de que el parásito ha permanecido adherido e ingiriendo sangre durante varias horas.

Al extraerla, hay que huir de los remedios caseros como aplicar calor o aceite. Lo correcto es utilizar unas pinzas de borde romo y punta fina; o en su defecto, los dedos protegidos con guantes finos. Bajo ninguna circunstancia se debe aplastar al parásito.

Hay que sujetarla firmemente y tan cerca de la piel como sea posible, luego tirar suavemente hacia arriba. Una vez retirada, limpiar bien la zona con agua y jabón o un antiséptico, y lávate las manos.

Tras la extracción, los CDC sugieren desechar la garrapata por el inodoro o, si se quiere conservar para mostrarla al médico, guardarla en alcohol o en un recipiente bien sellado. Durante los 30 días siguientes, se aconseja vigilar la aparición de síntomas como fiebre, fatiga, erupciones cutáneas, dolor de cabeza o muscular, o inflamación y dolor en las articulaciones que, en el caso de aparecer, acudir de inmediato al médico.