Voldemort en una escena de Harry Potter

Voldemort en una escena de Harry PotterEscena de la película Harry Potter 7

¿Por qué amamos a los villanos de ficción?

Un estudio con niños y adultos concluye que los malos de las películas tienen algo de bondad interior

Ya sea en una película o en un videojuego, la mente humana tiende a identificarse con el villano. No importa cuán egoísta, hambrienta de poder o codiciosa sea la persona, muchos de nosotros todavía nos sentimos atraídos por su lado oscuro, en parte porque sospechamos que algunos pueden tener una cualidad redentora. Según un nuevo estudio de la Universidad de Michigan, tanto los adultos como los niños informaron que los villanos son un poco menos malvados en su interior de lo que parecen, mientras que los héroes son buenos por dentro y por fuera.
«En otras palabras, la gente cree que hay una falta de coincidencia entre el comportamiento exterior de un villano y su verdadero yo interior, y esta es una brecha mayor para los villanos que para los héroes», explica Valerie Umscheid, estudiante de doctorado en psicología de la UM y autora principal del estudio.

El verdadero yo de los villanos

Umscheid y sus colegas realizaron tres estudios con 434 niños (de 4 a 12 años) y 277 adultos para determinar cómo las personas dan sentido a los actos antisociales cometidos por malhechores. Se centraron en los juicios de los participantes sobre villanos y héroes ficticios tanto familiares como novedosos, como Ursula de Disney de «La Sirenita» y Woody de Pixar de «Toy Story».
El estudio 1 estableció que los niños veían las acciones y emociones de los villanos como abrumadoramente negativas. Esto sugiere que la bien documentada tendencia de los niños a juzgar a las personas como buenas no les impide apreciar formas extremas de villanía.

La gente cree que hay una falta de coincidencia entre el comportamiento exterior de un villano y su verdadero yo interiorValerie Umscheid

Los estudios 2 y 3 evaluaron las creencias de niños y adultos sobre el carácter moral y el verdadero yo de los héroes y los villanos, utilizando una serie de pruebas convergentes, que incluyen cómo se sentía un personaje por dentro, si las acciones de un personaje reflejaban su verdadero yo y si el verdadero yo de un personaje podría cambiar con el tiempo.
A través de estas medidas, la investigación indicó que tanto los niños como los adultos evaluaron consistentemente el verdadero yo de los villanos como abrumadoramente malvado y mucho más negativo que el de los héroes. Al mismo tiempo, los investigadores también detectaron una asimetría en los juicios, en los que los villanos tenían más probabilidades que los héroes de tener un verdadero yo que difería de su comportamiento exterior.
Tanto los niños como los adultos creían que personajes como Úrsula tenían algo de bondad interior, a pesar de las acciones malas/inmorales en las que se involucran regularmente, asegura Umscheid.

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