Una pareja de cita en el parque

Una pareja de cita en el parqueUnsplash

Qué es el refuerzo intermitente en el amor y cómo salir de él

Los psicólogos afirman que a medida que las muestras de afecto se vuelven impredecibles, la persona afectada se siente cada vez más atrapada

El refuerzo intermitente en el amor es un fenómeno psicológico que ocurre cuando una persona alterna entre mostrar afecto y atención, y luego retirarlo de manera imprevisible. Esta inconsistencia crea una montaña rusa emocional, en la que los momentos de cercanía y afecto se vuelven escasos, pero intensamente gratificantes, mientras que los periodos de distanciamiento generan ansiedad e incertidumbre. Este tipo de dinámica es especialmente poderosa porque refuerza el apego de la persona que busca el cariño, quien acaba invirtiendo más esfuerzo en la relación con la esperanza de volver a experimentar esos momentos de dopamina.

A medida que las muestras de afecto se vuelven impredecibles, la persona afectada se siente cada vez más atrapada, deseando recuperar la estabilidad emocional, pero quedando a merced de un ciclo que le dificulta soltar la relación, incluso cuando esta puede no ser saludable o satisfactoria. Psicólogos expertos de Consulta Despertares, explican los aspectos más importantes de este problema, cómo detectarlo y cómo liberarse.

Las claves del refuerzo intermitente

  1. Impermanencia: la persona alterna entre mostrar mucho interés y luego volverse distante o indiferente sin dar explicaciones. Esta falta de estabilidad produce que una persona normal esté constantemente en espera de su siguiente muestra de afecto.
  2. Refuerzos positivos imprevisibles: no sabes cuándo recibirás la ración de atención. Los momentos en los que la otra persona es amable, cariñosa o generosa parecen llegar de manera aleatoria, lo que te mantiene emocionalmente alerta, esperando más. No hay un patrón de conducta salvo el caos.
  3. Reacciones positivas ante tu frustración: si expresas frustración o tristeza e incluso enfado, la persona puede responder con cariño o atención momentánea, como si le gustara, lo que te hace sentir recompensada por haber mostrado vulnerabilidad y continuar con el ciclo.
  4. Montaña rusa emocional: altibajos emocionales, felicidad intensa, incertidumbre, ansiedad y lo peor, esperanza de que las cosas mejoren.
  5. Desigualdad creciente: es posible que la persona te dé afecto o atención solo después de que hayas hecho algo para «ganártelo», como mostrar desesperación, pedir disculpas por algo que no deberías o rogarle que pase tiempo contigo. Esto crea un patrón en el que te esfuerzas cada vez más por obtener esos momentos de cariño, incluso si la relación es desigual.
  6. Escasa fluidez: sientes que pones mucho más en la relación, mientras que la otra persona hace solo lo que le conviene. La relación no fluye de manera equilibrada, sino que tú te ves empujada a buscar su atención constantemente.
  7. Dependencia emocional: la imprevisibilidad hace que te sientas más dependiente de la otra persona, creyendo que si haces algo más o te esfuerzas más, conseguirás más estabilidad emocional.
  8. Adicción: el alivio profundo al recibir una muestra de afecto tras el periodo de distancia puede ser un indicio de que estás atrapada en este ciclo. Este alivio se siente como una recompensa emocional que refuerza la idea de que «todo va a mejorar».

Cómo escapar del refuerzo intermitente

  1. Reconocer el patrón: el primer paso es identificar que estás atrapada en un ciclo de refuerzo intermitente, que ya te afecta la imprevisibilidad de la relación, atención/ distancia y te genera ansiedad o dependencia.
  2. Establecer límites: si la otra persona es inconsistente en su afecto, no permitas que esa conducta influya en cómo valoras la relación. Decide qué tipo de trato y estabilidad necesitas, y comunícalo de manera firme.
  3. Fortalecer tu autoestima: trabaja en desarrollar tu autoestima y recordar tu valor independiente de la relación. Cuando te sientes segura de ti misma, no buscas tanto la validación de la otra persona.
  4. Reducir el contacto progresivamente: si la relación te afecta negativamente, considera reducir el contacto con la persona. Esto no necesariamente implica cortar de manera abrupta, que puede ser muy doloroso y ansiógeno, pero distanciarte emocional y físicamente te permitirá ganar perspectiva y espacio para sanar.
  5. Rodéate de apoyo: habla de ello. Apóyate en amigos y seres queridos que te brinden una perspectiva más objetiva. Hablar de tus sentimientos con personas de confianza te ayudará a mantener los pies en la tierra y a reducir la idealización de la relación.
  6. Centrarte en otras cosas: invierte tiempo y energía en ti y en otras actividades que te gusten. Cuida tus relaciones sociales, trabajo, hobbies, y proyectos personales, tu salud y tu apariencia, que te den satisfacción y equilibrio emocional.
  7. Resignación: deja de esperar que la persona cambie o que, si haces algo diferente, lograrás una relación más estable. La inconsistencia emocional suele ser un rasgo arraigado en algunas personas, y no depende de ti corregirlo. Es un defecto del otro.
  8. Terapia: si te cuesta romper con esta dinámica, considera hablar con un terapeuta. Un profesional puede ayudarte a entender mejor por qué te has enganchado a este patrón y a desarrollar herramientas para liberarte con más facilidad.
  9. Contacto cero: en algún momento, puede ser necesario tomar una decisión radical, aunque sea difícil emocionalmente. A veces, cortar todo contacto es el paso más saludable para escapar de la dinámica.

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