¿Se debe volver a lavar la lechuga que viene en bolsa?

Desde hace años preparar una ensalada es tan sencillo como abrir la bolsa y aderezar los diferentes tipos de lechuga y es que las ensaladas preparadas, que ya vienen lavadas y cortadas, no solo son algo común en los supermercados sino que también están muy presentes en los restaurantes de comida rápida o en las comidas de las aerolíneas.

Los expertos en seguridad alimentaria aseguran que todas las bolsas pasan controles estrictos de calidad, sin embargo, un estudio de la revista francesa 60 Millions de Consommateurs, publicado en 2024, afirmó que la mayoría de estas ensaladas en bolsa contenían residuos de pesticidas. Tras analizar 26 marcas de ensaladas en bolsa, tan solo cinco referencias estaban libres de contaminación. La pregunta se hace necesaria: ¿Se deben volver a lavar el contenido de las bolsas de lechuga?

La Dra. Isabel Viña Bas, especialista en Endocrinología y Nutrición, explica, en un vídeo en TikTok, que lo mejor es volver a pasar el producto por agua porque «aunque ponga que la lechuga está lavada, todavía podría tener restos de bacterias como listeria y contaminantes».

Proceso de envasado

La producción de ensaladas en bolsas implica una serie de pasos cuidadosamente organizados, desde la obtención de productos frescos hasta el envasado y la distribución. Los expertos explican que el proceso de envasado comienza con la adquisición de productos frescos. Después de la cosecha, las verduras se trasladan a una instalación de lavado para eliminar la suciedad, los residuos y cualquier posible contaminante. Después de lavar las verduras, se pasa a la etapa de corte y mezcla.

Una vez que se cortan las verduras, se secan para eliminar el exceso de humedad. Esto es esencial para prolongar su vida útil. En este punto la ensalada está lista para envasarla. Las verduras se dividen en porciones en bolsas de plástico aptas para alimentos, diseñadas para mantener la frescura.

Antes de sellar las bolsas, se lleva a cabo un riguroso proceso de control de calidad. Se analizan muestras de cada lote para garantizar que cumplan con los estándares de seguridad alimentaria, incluidas pruebas microbiológicas para detectar bacterias.

Algunas ensaladas en bolsas se envasan con atmósfera modificada, lo que implica ajustar los niveles de gases como el oxígeno, el dióxido de carbono y el nitrógeno dentro de la bolsa para prolongar la vida útil de la ensalada. Esta técnica ayuda a ralentizar el proceso de descomposición y a mantener la frescura.