No es algo fácil de gestionar ni de controlar, así que cada persona lo hace lo mejor que puede
Psicología
Estos son los motivos por los que sobrepiensas, según un psicólogo
Es importante dejar de sobrepensar las cosas para reducir el nivel de ansiedad, pero también conviene seguir otras pautas que ayudan a mantenerla bajo control
Dar vueltas una y otra vez a los mismos pensamientos es algo más común de lo que creemos. Lo que se conoce como sobrepensar puede parecer un intento de encontrar claridad, pero en realidad suele acabar en ansiedad, cansancio y bloqueo. El psicólogo Juan Rescalvo explica cinco motivos principales por los que caemos en esta trampa mental y qué hacer para liberarnos de ella.
Una de las causas más frecuentes de sobrepensar es intentar descubrir por qué otras personas actúan como lo hacen. Según Rescalvo, esto rara vez tiene respuesta clara. «Lo mejor para tu paz mental es aceptar que jamás entenderemos del todo por qué alguien actúa así. Simplemente ocurrió y ya está», argumenta.
En segundo lugar, dar vueltas puede parecer útil, pero la mayoría de las veces solo genera agotamiento. La alternativa es programar un momento específico para reflexionar de manera estructurada, por ejemplo, con papel y bolígrafo, en lugar de dejar que el pensamiento regrese constantemente.
Asimismo, preocuparse por lo que piensan los demás rara vez tiene sentido. «Salvo que hayas cometido un error gravísimo, la gente suele mantener la misma opinión de ti», afirma el psicólogo. Intentar anticipar o cambiar lo que otros piensan no solo es inútil, también resulta emocionalmente desgastante.
Aprender a convivir con los fallos
Por otro lado, compararte con otros solo alimenta la inseguridad. Creer que los demás lo hacen todo mejor te coloca en una posición de desventaja constante. Pero ¿realmente importa? La valía de una persona no depende de una habilidad concreta. Incluso si alguien es objetivamente mejor en algo, eso no reduce tu capacidad de disfrutar de tu vida. En lugar de obsesionarte con no ser menos, pregúntate si lo que quieres es ser el mejor o simplemente ser feliz.
Finalmente, el último motivo que señala el psicólogo es la tendencia a juzgarse con dureza por los errores, un hábito que alimenta el sobrepensamiento. El problema no está en equivocarse, sino en la autocrítica severa. «Lo que acaba con tu bienestar no son los errores, sino cómo los juzgas», explica Rescalvo. La clave está en aprender a convivir con los fallos, porque cometerás muchos más a lo largo de tu vida.
