Un niño durmiendo

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¿Pueden los niños dormir con una luz nocturna? Esto es lo que dicen los expertos

Investigadores del CEU San Pablo explican los posibles efectos negativos sobre la salud de los niños de recibir luz durante la noche

Nunca hasta ahora, en la historia de la humanidad, las personas han tenido la posibilidad de utilizar durante la noche todo tipo de dispositivos y pequeñas luminarias que emiten luz. Investigadores de la Universidad CEU San Pablo de diferentes especialidades estudian sus posibles efectos no deseados en la infancia.
La luz recibida al final de la tarde y comienzo de la noche por niños preescolares juega un papel importante en su equilibrio circadiano. La secreción de melatonina en niños en edad preescolar es muy sensible a la luz una hora antes de acostarse incluso en intensidades muy bajas. Los entornos de iluminación nocturna de los niños pueden alterar la producción regular de melatonina contribuyendo en el retraso del inicio del sueño y resistencia a acostarse en la primera infancia.
La exposición a la luz retrasa el comienzo de producir melatonina aproximadamente una hora. Estos resultados ponen de relieve la importancia de reducir los niveles de luz en el hogar antes de acostarse para favorecer un sueño y un ritmo circadiano saludables en los niños menores de cinco o seis años).
En el lactante y el niño pequeño, la exposición a la luz controla el tiempo de secreción de melatonina y, por consiguiente, el tiempo de sueño. Los ritmos circadianos están completamente desarrollados en los primeros 6 meses de vida. El número de horas de oscuridad (menos de 3 lux) a las que el niño está expuesto puede influir en la duración de la secreción de melatonina y en el número de horas que el niño duerme.
La propensión por dormir del niño está influenciada por la hora en la que es despertado, el tiempo expuesto a luz artificial y su intensidad después de anochecer y antes del alba, las conductas y horarios alimenticios, el momento de ejercicio físico y el momento en el que se realizan las relaciones sociales.

Sueño adecuado y regular

El sueño adecuado y regular es fundamental para el adecuado desarrollo psicomotor y cognitivo posterior. El sueño, con todas sus etapas, contribuye a la organización de la información que se ha obtenido durante la vigilia y es que el aprendizaje mejora cuando es seguido de una noche de sueño. El sueño lento está estrechamente relacionado con la plasticidad cerebral, la memoria y el aprendizaje. Por otra parte, dentro de los signos más precoces de la privación de sueño, se observan: la pérdida de memoria, la dificultad de adquirir nuevos conocimientos, la disminución de la destreza motora y los cambios del humor como la irritabilidad.
La mielina se desarrolla en el cerebro del niño durante la noche. La vaina de mielina permite que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente a lo largo de las neuronas. Si recibe luz, el cerebro interpreta que es de día y, por tanto, realiza las funciones del día y no las de la noche.
Debido a la novedad y rapidez de este fenómeno, no es posible conocer con exactitud las consecuencias sobre las funciones cognitivas y la salud en general y que van a repercutir sobre los niños cuando lleguen a su etapa adulta, pero lo publicado hasta ahora hace entrever que los efectos no deseados podrían ser importantes.
  • Cándida Filgueira Arias, David Baeza Moyanio y Roberto Alonso González-Lezcano. Investigadores de la Universidad CEU San Pablo

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