El ser humano es mucho más resistente de lo que en ocasiones creemos. De hecho, puede sobrevivir sin alimento, únicamente bebiendo agua, entre sesenta y ochenta días consecutivos, según diversos expertos, aunque este periodo de supervivencia se reduce drásticamente con la privación de agua (apenas cuatro días).
El ser humano necesita alimentarse para estar sano. A través de la comida, nuestro organismo logra los nutrientes necesarios para la vida, así como otras sustancias que influyen en nuestra actividad mental y física aportándonos energía. Por eso, el hambre no es habitualmente una elección y suele darse en situaciones de pobreza o emergencia extrema.
La huelga de hambre
Sin embargo, hay personas que, generalmente para denunciar ciertas realidades, deciden privarse de alimento en señal de protesta. Es lo que se conoce como huelga de hambre.
¿Y cómo puede afectar una huelga de hambre a nuestro organismo?
Lo primero que debemos saber es que la privación de alimento puede afectar a las personas de diversas maneras, dependiendo de
su condición física y su masa corporal, entre otras cosas. Así, por ejemplo, como explica el nutricionista
Juan Revenga en su página de divulgación, en la literatura científica se han documentados algunos casos de muerte por inanición tras seguir una huelga de hambre. Meyers AW, en 1917 documentó el caso de un
hombre que perdió el 40 % de su peso corporal inicial (75 kg) y murió tras 63 días de rechazar la alimentación, su peso al morir fue de tan sólo 36,4 kg, con un índice de masa corporal de 12,3 kg/m2. Por su parte, Elia M. en 1991 publicó un artículo en el que describía el fallecimiento de algunos
prisioneros de Irlanda del Norte en 1981 en un lapso de tiempo de
entre 57 y 73 días en huelga de hambre.
Eso sí. Más o menos en todos los procesos de ayuno podemos distinguir tres fases, de duración variable, que pueden desembocar en la muerte del individuo:
- En una primera fase, que sele durar entre 24 y 48 horas, el organismo consume las reservas de glucógeno almacenadas en los músculos y en el hígado, lo que hace que disminuya de forma drástica el índice glucémico, la glucosa en sangre, y se pueda una importante cantidad de líquido.
- Una vez superadas esas primeras horas, el elemento principal del cual se obtiene energía son los ácidos grasos, que se almacenan en el tejido adiposo. Estos ácidos son transformados para obtener glucosa, lo que se conoce como cetogénesis, que puede sobrecargar los riñones y el hígado. En este punto la sensación de hambre comienza a disminuir.
- Finalmente, en torno al día 15, nuestro organismo comienza a utilizar como fuente de energía la masa muscular esquelética. La muerte puede llegar por un fallo cardiaco, renal o una falta de riego en el cerebro.