
Patatas bravas
Alimentación
Cuál es la forma más saludable de cocinar las patatas, según la ciencia
La fama de las patatas de provocar aumento de peso las suele colocar en los primeros puestos de la lista de alimentos a evitar, sin embargo diferentes estudios a lo largo de los años han venido a desmentir esta creencia siempre y cuando se elija el método de preparación correcto.
Las patatas son la fuente más rica de potasio en la dieta occidental, y se ha demostrado que las dietas ricas en potasio previenen la hipertensión arterial y el desarrollo de diabetes tipo 2. Además, la piel de las patatas contiene un tipo de fibra llamada «almidón resistente», que ha demostrado mejorar el control de la glucosa, los perfiles lipídicos y la saciedad. Debido a estos beneficios adicionales para la salud, Neda Akhavan, profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud Integradas de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV) recomienda comer patatas con piel. La investigadora afirma: «La mayoría de la gente asocia la patata con algo que se fríe principalmente o que tiene mucha grasa, y queríamos arrojar luz sobre cómo una patata, cuando se prepara adecuadamente, puede ser funcional y saludable».
Patatas al horno
«Las patatas son un alimento muy versátil y se pueden comer en casi todos los tipos de cocina, pero hay que asegurarse de incorporarlas a una dieta equilibrada. Si no tienes mucho tiempo, puedes preparar una gran cantidad de patatas al horno y guardarlas para que duren un tiempo» y añade: «No estoy en contra de hervir las patatas, pero hay que conservar la mayor cantidad posible de potasio de la piel, y se pierde algo de este cuando se hierven».
Cocidas y a la nevera
Para aumentar el componente de fibra dietética de las patatas, Candida Rebello, profesora de Pennington Biomedical, aconseja hervir con la piel intacta y luego refrigerar entre 12 y 24 horas.
Esta misma línea es la que defiende el Dr. Manuel Viso, especialista de Urgencias y hematología. El médico afirma que hay que dejar enfriar las patatas cocidas 24 horas en la nevera para obtener todos sus beneficios. «Si consumimos patatas cocidas recién hechas lo que va a hacer es que almidón que contiene se convierte en moléculas de glucosa, azúcar, que se absorbe en tu intestino delgado y pasa a la sangre» y añade: «Si las patatas cocidas las dejamos enfriar en nevera durante 24 horas lo que va a ocurrir es que el almidón se va a convertir en almidón resistente que no se absorbe en el intestino delgado, pasa al intestino grueso, se convierte en un maravilloso alimento para tus bacterias».
El profesional de la salud añade que además, el almidón resistente da una sensación de saciedad más duradera y se controla mejor tu apetito. «Conseguirá reducir el aporte energético de las patatas, es decir, tendrán menos calorías», concluye.