
El plátano contiene potasio, magnesio y zinc
Alimentación
¿Cenar plátano? El motivo por el que los nutricionistas lo desaconsejan
Uno de los hábitos que más influye en el aumento de peso es cenar tarde
A medida que se van cumpliendo años no solo se vuelve más difícil mantener el peso, sino que es común notar un incremento en el contorno de la cintura y el abdomen. Esto se debe a que el cuerpo ya no responde de la misma forma a la ingesta de alimentos, por este motivo resulta imprescindible saber identificar aquellos que se deben evitar antes de acostarse.
Durante la noche, cuando el cuerpo no quema tantas calorías, ingerir alimentos ricos en carbohidratos o muy calóricos puede favorecer la acumulación de grasa. La nutricionista Deva Camino Monteserín explica que, al momento de cenar, es importante considerar si se ha realizado actividad física durante el día. Si no ha sido así, no es necesario reponer las reservas de glucógeno, un tipo de carbohidrato que el cuerpo almacena para obtener energía rápida. «En esos momentos lo transformamos en glucosa para conseguir energía inmediata», señala. Y añade: «Para rellenar los depósitos de glucógeno necesitamos alimentos ricos en carbohidratos, como los que contienen azúcar o almidón. Pero si los consumimos en exceso y no los gastamos, se transforman en grasa».
Qué pasa con el plátano
Por eso, hay ciertos alimentos que conviene evitar durante la cena. Por ejemplo, aunque el plátano aporta las mismas calorías a cualquier hora del día, si no se ha realizado ejercicio, su consumo nocturno puede ser innecesario desde el punto de vista energético. Otros alimentos ricos en carbohidratos como pastas, arroz, patatas o legumbres deberían reservarse para el almuerzo, no para la cena. Asimismo, es recomendable evitar alimentos grasos como salsas procesadas, quesos curados o semicurados, pizzas o embutidos, ya que también contribuyen al aumento de peso si se consumen por la noche.
La importancia de la hora de la cena
Uno de los hábitos que más influye en el aumento de peso es cenar tarde. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona concluye que cenar al menos dos horas antes de acostarse no solo puede reducir hasta en un 20 % el riesgo de desarrollar cáncer de próstata o de mama, sino que también favorece el metabolismo. Dejar pasar ese tiempo antes de dormir ayuda a evitar el aumento de peso y a mejorar la calidad del sueño.