La reducción de células NK compromete el sistema inmunitario y favorecer la aparición de infecciones
Dormir poco y sufrir ansiedad te hace enfermar, así lo explica la ciencia
Las 'natural killer cells' (NK) o células asesinas naturales son un tipo de linfocitos consideradas por los científicos como los guardaespaldas de nuestro sistema inmunitario. Son la primera línea de defensa del sistema inmunitario al eliminar patógenos, cuerpos extraños y células infectadas. Su presencia es esencial para evitar la propagación de infecciones, por lo que una disminución en su número puede debilitar la respuesta inmunitaria y aumentar la vulnerabilidad a distintas enfermedades.
En los últimos años, ha aumentado a nivel mundial los trastornos de ansiedad e insomnio, sobre todo entre jóvenes, por lo que un equipo de investigadores de Arabia Saudita quiso analizar cómo estas afecciones podrían influir en la cantidad de células NK. Los resultados, publicados en Frontiers in Immunology, revelan una relación directa entre ambos trastornos y una reducción significativa de estas células.
«Observamos que los estudiantes con síntomas de insomnio presentaban un recuento y un porcentaje menores de células NK totales y de sus subpoblaciones», señaló el Dr. Renad Alhamawi, primer autor del estudio y profesor adjunto de inmunología e inmunoterapia en la Universidad de Taibah quien añade: «De igual forma, quienes mostraban síntomas de ansiedad generalizada tenían menos células NK circulantes que los participantes sin síntomas».
Un sistema defensivo debilitado
En el estudio participaron 60 estudiantes universitarias de entre 17 y 23 años, quienes completaron cuestionarios sobre características sociodemográficas y síntomas de ansiedad e insomnio. Más de la mitad –un 53 %– reportó trastornos del sueño compatibles con insomnio, mientras que el 75 % afirmó presentar ansiedad; de ellas, un 17 % describió síntomas moderados y un 13 % graves.
Las muestras de sangre permitieron analizar el porcentaje de células NK y sus dos principales subtipos: CD16+CD56dim, responsables en gran medida de la citotoxicidad, y CD16+CD56high, implicadas en la regulación inmunitaria. Ambos tipos circulan por la sangre y forman parte esencial de la vigilancia inmunológica.
Las estudiantes con ansiedad mostraron una reducción marcada de estas células y de sus subpoblaciones, con una caída más acusada entre quienes presentaban síntomas moderados y severos. En los casos leves, la disminución no fue estadísticamente significativa. Además, entre quienes sufrían insomnio, niveles más altos de ansiedad se asociaron con una menor proporción de células NK periféricas.
Impacto del estrés en la inmunidad
La reducción de células NK puede comprometer el funcionamiento del sistema inmunitario y favorecer la aparición de infecciones, enfermedades crónicas, trastornos inflamatorios e incluso ciertos tipos de cáncer. «Comprender cómo los factores de estrés psicológico afectan a la distribución y actividad de estas células proporciona claves importantes sobre los mecanismos de inflamación y de desarrollo tumoral», explicó Alhamawi.
Cómo revertirlo
Investigaciones previas apuntan a que un estilo de vida saludable –actividad física regular, dieta equilibrada y técnicas de gestión del estrés– puede favorecer el aumento y el buen funcionamiento de las células NK. No obstante, la ansiedad y el insomnio pueden alterar múltiples sistemas del organismo, incluido el inmunitario, y afectar de manera significativa la salud general. «Estos impactos comprometen finalmente la calidad de vida», concluyó Alhamawi.
Los autores advierten que el estudio tiene limitaciones: solo incluyó mujeres jóvenes, el grupo en el que más han aumentado la ansiedad y los trastornos del sueño, lo que restringe la extrapolación de los resultados. Recomiendan ampliar futuras investigaciones a diferentes edades, sexos y regiones.