Mortalidad
Hasta ahora nacer en un mes u otro no suponía para las personas nada más que pertenecer a un horóscopo u otro. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Valencia ha demostrado que podría ser mucho más relevante de lo que parecía.
Nacer en un mes determinado influirá en si llegaremos a cumplir más años que las mismas personas de nuestra quinta. La esperanza de vida se alarga tres meses. «Nacer en los meses de invierno significa que tienes una esperanza de vida tres meses mayor», asegura el investigador Jose Manuel Pavía y autor del estudio Estimation of the combined effects of ageing and seasonality on mortality risk: An application to Spain, junto con el también investigador Josep Lledó.
Este hecho se debe a que las personas que cumplen años en invierno tienen en común que sus tres trimestres anteriores (otoño, verano y primavera) son menos duros que aquellas personas que cumplen años en el resto de los trimestres, con lo que la oportunidad de llegar a su siguiente cumpleaños se hace más plausible. «Y ocurre lo contrario con los nacidos en verano, que para llegar a su siguiente cumpleaños han de pasar por el otoño y el duro invierno antes», explica Pavía.
Y es que el invierno es, para gran parte de las edades, la estación donde mayor mortalidad se observa, ligado especialmente a las condiciones climatológicas. A mayor edad, mayor es la incidencia del invierno en la mortalidad. Un hecho que afecta tanto a hombres como a mujeres.
La única diferencia observable de mortalidad entre ambos sexos se da en la edad entre 20 y 30 años donde la intensidad de la mortalidad en los hombres es superior en verano, ligado principalmente a mayores comportamientos de riesgo de los varones durante las vacaciones.
El estudio, cuya elaboración ha durado tres años, se ha realizado con el cruce de más de 180 millones de datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.
Además del novedoso dato relacionado con la esperanza de vida según el mes de nacimiento, este informe arroja otros hechos interesantes como la probabilidad de muerte durante el primer año de vida. «Las mejoras en medicina han reducido considerablemente la mortalidad infantil durante el primer año de vida», aseguran. Pese a ello, las muertes de recién nacidos son similares a la probabilidad de fallecimiento de un hombre de 65 años y una mujer de 70.
El estudio ha sido publicado en el Journal of the Royal Statistical Society, una de las revistas de estadística más prestigiosas del mundo, según remarca la Universidad de Valencia.
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