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18 de abril de 2024

Una bandera ucraniana reposa sobre un montículo de trigo

Una bandera ucraniana reposa sobre un montículo de granos de trigoSascha Steinach / GTRES

Sector agroalimentario

Cómo intenta España capear la falta de aceite y cereales por la guerra de Ucrania

Trigo, maíz, cebada o aceite de girasol: el sector agroalimentario busca soluciones para garantizar el suministro ante la destrucción del granero de Europa

Diversificar el consumo de aceite, incrementar la producción nacional del girasol y la importación de cereales procedentes de países como Brasil y Argentina: este es el camino que sigue el sector agroalimentario español para evitar un hipotético desabastecimiento de estos productos como consecuencia de la guerra de Ucrania.
El peso de Rusia y Ucrania en los mercados mundiales de alimentos es enorme, ya que son grandes productores y exportadores de aceite y cereales. Las dos exrepúblicas soviéticas fueron responsables de una quinta parte de la producción global de trigo (23 %) y de cebada (19 %) en 2019. También del 64 % del aceite de girasol comercializado en todo el mundo, según ha estimado la plataforma Our World in Data en base a los cálculos de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
España no escapa a la dependencia de estos dos países: más de la mitad del suministro de aceite de girasol en 2019 procedía de Ucrania y Rusia (51,32 %), por un 21,75 % del maíz y un 5,39 % del trigo. Hay que tener en cuenta que el 80 % del consumo anual de cereales de España se dedica a la alimentación de animales, mientras que apenas un 18 % del aprovisionamiento se destina al consumo humano –frente al 90 % de India o el 40 % de Italia–.
¿Cómo está afectando la guerra de Putin en el abastecimiento de estas materias primas en España? El director general de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), Jorge de Saja, considera que la invasión rusa ha llegado «en el peor momento», al producirse durante el periodo de siembra de la cosecha del próximo año y con unas reservas mundiales particularmente bajas.
Soldado ruso muerto en un campo de maíz en Sytnyaky, a las afueras de Kiev

Soldado ruso muerto en un campo de maíz en Sytnyaky, a las afueras de KievGtres

Así, De Saja cree que «la guerra ha dejado a Ucrania fuera de combate y no vamos a poder contar con este país como suministrador durante un tiempo». «El último barco con destino a España partió el 25 de febrero, y después ha sido imposible continuar con los envíos ante los bombardeos rusos de instalaciones portuarias y embarcaciones», asegura, lo que se une al cambio de las prioridades de Ucrania de cara a la cosecha del próximo año: va a sembrar cereales para el consumo directo de sus ciudadanos.
Ante este escenario, el sector ha encontrado la solución temporal a la demanda inmediata de materias primas en el continente americano. «Pedimos autorización para importar maíz de Argentina y Brasil, pero nuestra administración prefería una solución europea a finales de marzo para cumplir con el relato del Gobierno de que esta semana se resuelven todos los problemas de España», afirma el director general de Cesfac.
El sector agroalimentario solicitaba una flexibilización temporal de los requisitos fitosanitarios para facilitar la importación de estos productos de Argentina y Brasil, una medida a la que el Ejecutivo acabó dando luz verde el pasado 14 de marzo tras abordar el asunto con la Comisión Europea y el resto de Estados miembros.
«El transporte de estos recursos tarda entre 20 y 30 días, por lo que no podíamos esperar tanto para que se autorizara. Finalmente, Bruselas dio un espaldarazo político a que cada país tomara sus medidas y gracias a ello se están ejecutando las importaciones. Se ha conseguido en el tiempo de descuento y gracias a la presión mediática», concluye.
Pese a ello, la organización de consumidores Footwatch denuncia que esta medida incide en la deforestación indiscriminada de estos países, que cuentan con legislaciones más laxas en materia medioambiental.

Producción nacional y aceites vegetales

La fórmula para garantizar el abastecimiento de aceite de girasol para el próximo año discurre por otros cauces. El vicepresidente de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), Manuel Alfonso Torres, apuesta por buscar un producto sustitutivo entre los aceites vegetales disponibles, como «la oliva, la palma o la colza». Esta última tipología es muy utilizada en otros países europeos, pero su consumo actual en España aún sigue condicionado por el estigma de la intoxicación masiva que acabó con la vida de 330 personas a principios de la década de los ochenta.
«Nos hemos quedado sin girasol ucraniano en un momento en el que no hay muchas alternativas a nivel mundial. La entidad del problema de suministro del año que viene dependerá de nuestra capacidad de producir aceite de girasol», apunta De Saja. Con el propósito de maximizar su producción, el Consejo de Ministros de este martes ha autorizado la utilización de zonas de barbecho para la siembra de cultivos y aprovechamiento de pasto –tras el visto bueno de la Comisión Europea–, en el marco del Plan de Respuesta al impacto de la guerra en Ucrania.
Torres (Infaoliva) reconoce que la guerra, unida a la huelga del transporte y a la sequía que arrastra el campo español, ha generado «una tormenta perfecta que ha desestabilizado el mercado» y que ha llevado a que el litro de aceite de oliva haya subido 25 céntimos y que el girasol duplique el precio que alcanzaba antes del estallido del conflicto.

La entidad del problema de suministro del año que viene dependerá de nuestra capacidad de producir aceite de girasolJorge de Saja, director general de la Asociación Nacional de empresas para el Fomento de las Oleaginosas y su Extracción

Cadenas de supermercados como Mercadona o Eroski han optado por limitar las compras de este producto, una medida que, según el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, «vulnera la legislación», infla los precios de estos productos y genera un efecto de «acaparamiento por parte de los consumidores», que optan por comprar temiendo quedarse sin existencias.
Limitación del consumo del aceite de girasol en supermercados ante el estante vacío

Limitación del consumo del aceite de girasol ante el estante vacíoJosé Ramón Pérez

«Si hay que plantear limitaciones a la venta de productos, deberían ser los Gobiernos los que articularan esta medida y no de forma arbitraria las superficies de distribución», plantea el secretario general de la organización de consumidores en declaraciones a El Debate.
El sector cervecero ha sido otro de los más afectados por la invasión rusa, ya que ha limitado su suministro de materias primas: el 13,4 % de las exportaciones españolas de cebada proceden de Rusia y Ucrania. La patronal del ramo, Cerveceros de España, ha admitido a este diario que, puesto que «nuestra principal materia prima es la cebada, estamos muy pendientes de la evolución del mercado global de cereales, uno de los más afectados por este conflicto».
Los problemas de abastecimiento generados por el conflicto se unen al impacto del paro de transportes, que ya llevó a esta entidad a alertar la semana pasada de un posible cierre de varias fábricas a causa de «la falta de aprovisionamiento de materia prima en algunas zonas del país».
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