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03 de mayo de 2024

Estudiantes Erasmus

Estudiantes ErasmusEuropa Press

La tragedia de los estudiantes españoles en Italia termina con un retorno a España

Mario tuvo que abandonar Roma a pocos días de llegar al Erasmus porque no encontraba alojamiento

Lo que iba a ser una experiencia para toda la vida terminó siendo una pesadilla. Cerca de 70 jóvenes que viajaban de Erasmus a Italia se vieron en la calle. Es el caso de Mario Jiménez, estudiante de cuarto de periodismo.
«Nosotros empezamos a ver pisos hace muchísimos meses al poco de saber que nuestro destino era Roma. Cuando nos metimos había muchísimos sitios que no tenían teléfonos y teníamos que mandar correos, a los cuales no nos contesta nadie». El tiempo iba pasando y Mario y sus compañeros comenzaron a «agobiarse» porque se les echaba el tiempo encima.
Cuando se fue acercando septiembre, el grupo de compañeros comenzó a planear qué pasaba si no encontraban piso: «Vimos que empezaban las clases y como no podíamos ir muy tarde hablamos de cogernos un Airbnb».
«Nosotros fuimos el día 20 y la gente llevaba ya allí una, dos o tres semanas». Conforme avanzaban los días vieron que alquilar un piso era imposible. «Nos pusimos en contacto con gente que había ido años anteriores y nos decía que era un poco lío, pero que había mucha gente que en los últimos años se había cogido un Airbnb por falta de casas».
Tras escuchar las palabras de sus conocidos de años anteriores comenzaron el proceso «de nuevo»: «Cuando nos dijeron que eso ya había pasado años anteriores lo vimos normal, aunque no del todo porque lo lógico sería irse con un piso apalabrado, pero como había tanta gente como nosotros y no encontrábamos nada, cogimos una habitación de un hotel por Booking».
Al llegar a Roma y pasar por la recepción del hotel, Mario recibió un mensaje de un amigo suyo: «Me mandó una noticia donde varios alumnos de Roma explicaban que estaban durmiendo en la estación de Termini porque les echaban de las agencias para alquilar por ser españoles», y explica que «por ser españoles no teníamos donde dormir. Al verlo me afectó porque cada ver lo veía más complicado y al pasar los días así fue».

Creíamos que si nos dividíamos igual podíamos encontrar algo aunque fuese en habitaciones o casas separadasMario Jiménez

Cuando estaba en el hotel el estudiante español seguía buscando pisos y habitaciones para quedarse a estudiar, pero se le complicó, ya que le pedían, según comenta, situaciones extremas: «Nos pedían mucho tiempo de estancia y de alquiler, nos exigían más de un año. Cuando les decíamos que éramos estudiantes ya sí que nos decían que nada», explica.
En el grupo de Mario eran tres chicos, los cuales pusieron como solución separarse y empezar a buscar por su cuenta: «Veíamos que si nos dividíamos igual podíamos encontrar algo aunque fuese en habitaciones o casas separadas, pero aún así era bastante complicado». No perdían la esperanza, pero el estudiante nos cuenta que a medida que pasaban los días lo veía más lejos porque «les podía tocar en un sitio muy lejos, o en no muy buena zona. Tampoco puedes pedir mucho, porque estás en la situación que estás, pero tampoco quería vivir sin estar a gusto», comenta.

La vuelta a España

Cuando Mario llevaba unos días decidió hablar con sus padres y con la Universidad para ver si se podía anular el Erasmus. Le dijeron que sí. «Tuve que rellenar un par de documentos. Después de eso cogí los vuelos para España un viernes porque el martes se nos acababa la estancia en el hotel y el martes volví».
El otro compañero de Mario se quedó para ver si conseguía algo «de milagro», porque no había habitaciones tampoco. «Ya no solo estaban las casas o residencias ocupadas, sino también los hoteles, conventos, que también les consultamos», explica.
El compañero del estudiante de periodismo lo intentó, porque «tenía mucha ilusión», pero viendo la dificultad se vuelve este sábado para España.
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