Un niño con sarampión
Dos personas han muerto, entre ellas un niño, tras un brote de sarampión en Texas
El epicentro del brote es el condado de Gaines, hogar de una importante población menonita, una secta cristiana con un historial de reticencia a las vacunas
Dos personas han muerto en el estado de Texas tras un brote de sarampión, ha informado el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr. El primer fallecimiento que se ha producido en el territorio ha sido el de un niño sin vacunar. Este fallecimiento se produce en medio de una disminución de las tasas de inmunización en todo el país, con los últimos casos concentrados en una comunidad religiosa menonita que históricamente se ha mostrado reticente a las vacunas.
Además, ocurre en momentos en que Kennedy Jr., quien ha sido criticado por asegurar que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) está relacionada con el autismo, comienza su mandato como secretario de Salud del gobierno de Donald Trump.
«El niño en edad escolar que no fue vacunado fue hospitalizado en Lubbock (noroeste de Texas) la semana pasada y dio positivo en la prueba de sarampión», ha explicado el departamento de salud del estado en un comunicado de prensa. La ciudad de Lubbock ha confirmado que el niño falleció «en las últimas 24 horas».
Desde principios de año, se han registrado 124 casos de sarampión en el oeste de Texas y nueve en el vecino estado de Nuevo México, la gran mayoría en niños no vacunados. Una veintena han sido hospitalizados en Texas y los funcionarios de salud advierten que es probable que el brote se agrave.
«Me gradué de la escuela de medicina en 2002 y estaba segura de que nunca vería un brote de sarampión a menos que decidiera trabajar internacionalmente», ha aseverado a los periodistas Lara Johnson, directora médica del Covenant Children's Hospital en Lubbock, Texas, donde el niño fue tratado.
Exenciones religiosas
El epicentro del brote es el condado de Gaines, hogar de una importante población menonita, una secta cristiana con un historial de reticencia a las vacunas.
La ley de Texas permite exenciones de vacunas por motivos de conciencia. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda una tasa de vacunación del 95 por ciento para mantener la «inmunidad colectiva».
Sin embargo, la cobertura entre los niños de jardín de infancia ha ido del 95,2 % en el año escolar 2019-2020 al 92,7 % en 2023-2024.
La última muerte relacionada con el sarampión en Estados Unidos fue en 2015, cuando una mujer en el estado de Washington murió de neumonía causada por el virus. Había sido vacunada, pero estaba tomando medicamentos inmunosupresores. Antes de eso, hubo una muerte por sarampión en 2003.