Amigos brindan con cervezas
La cerveza con peor puntuación según la OCU es una de las más consumidas en España
Los especialistas encargados de la cata señalaron que su sabor era de los menos agradables del mercado
En España, la cerveza va mucho más allá de ser simplemente una bebida. Está presente en la mayoría de las reuniones sociales, en las comidas con amigos y forma parte del día a día de muchos hogares, especialmente en verano, ya que ayuda a sobrellevar las altas temperaturas propias de la época del año.
Su consumo es tan habitual que muchas personas llevan años siendo fieles a una marca concreta, sin plantearse si realmente están bebiendo la mejor opción. Sin embargo, un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha venido a cuestionar algunas certezas, especialmente sobre la calidad de algunas de las cervezas más populares del país.
En su análisis, la OCU examinó más de 30 cervezas lager clásicas disponibles en supermercados españoles, sometiéndolas a pruebas técnicas y catas a ciegas realizadas por expertos. El objetivo: ofrecer una visión clara sobre la relación calidad-precio para que los consumidores puedan elegir con más criterio. Uno de los datos más llamativos del informe ha sido la posición de Cruzcampo Pilsen, una de las cervezas más conocidas y consumidas en España, que resultó ser la peor valorada del grupo.
Los especialistas encargados de la cata señalaron que su sabor era de los menos agradables del conjunto. Además, su perfil químico se percibía como desequilibrado y su calidad global no justificaba ni su precio ni su popularidad. La crítica no se basa en preferencias personales, sino en un estudio riguroso que incluye análisis de laboratorio, revisión del etiquetado, contenido de alcohol, grado de fermentación y valoración sensorial por profesionales.
El informe de la OCU no solo identifica las cervezas menos recomendables, sino que también destaca opciones con buena calidad y precio competitivo. Argus Suave, la marca blanca de Lidl, fue la mejor valorada, superando incluso a nombres con más historia. También recibieron puntuaciones positivas Mahou Clásica y Amstel Original, al reunir una buena composición y un sabor equilibrado, todo sin disparar el precio.
Uno de los mensajes más importantes del estudio es que una etiqueta conocida no equivale necesariamente a calidad. De hecho, el precio tampoco garantiza una mejor experiencia: algunas cervezas económicas han demostrado rendir mejor en los análisis que otras mucho más caras. Por eso, la OCU anima a los consumidores a leer bien las etiquetas, revisar los ingredientes, prestar atención al grado alcohólico y, por qué no, hacer sus propias catas en casa para comprobar cuál les gusta más sin dejarse llevar por prejuicios.