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Joe Ulleri en el hospital

Joe Ulleri en el hospital

La muerte evitable de Joe Ulleri, el hombre con síndrome de Down que fue desatendido en un hospital británico

Después de los hechos, Peter, el hermano Joe, afirmó que aunque el hospital tenía «instalaciones de primera categoría», la atención médica era «de tercera categoría»

La investigación y los tratamientos curan, pero también lo hace la buena atención, el acompañamiento y el amor que reciben las personas enfermas. La mayor parte de los países primermundistas gozan de un buen sistema sanitario, también de buenos profesionales. Sin embargo, esta suerte no la tuvo Joe Ulleri, un hombre de 61 años con síndrome de Down que murió en el Hospital Manchester Royal Infirmary por una supuesta neumonía.

Joe acudió al centro por una caída. Aunque en un primer momento los médicos señalaron que no tenía nada, el paciente volvió al hospital por molestia. Ahí le diagnosticaron fracturas en la cadera, muñeca y cuello. Le tenían que operar. Los hechos, que ocurrieron en 2016, nunca convencieron a los familiares, quienes decidieron investigar por su cuenta la causa de su muerte. Tres años más tarde, descubrieron que los sanitarios del hospital no le dieron de comer durante unos 19 días, informó The Mirror, que accedió a los informes.

Tras su cirugía, el hombre inglés pasó por diferentes manos. Durante su recuperación presentó algunas dificultades para tragar por un problema de reflujo ácido. Por ello, le pusieron una vía. Sin embargo, no todo salió como estaba estipulado. Debido a un problema de comunicación interno, los trabajadores se olvidaron de suministrarle comida. Esto le provocó una gran neumonía que le llevó a la muerte.

Finalmente, Angharad Davies, el forense, clarificó que mientras el paciente estaba ingresado, además de pasar por diferentes manos, se tomó la decisión «de que no se le permitiera beber ni beber nada». Así, aseguró que le colocaron una sonda nasogástrica, pero resultó problemática y solo estuvo colocada durante 24 horas. Tras esto, Joe dejó de ingerir nutrientes durante 19 días. En ese periodo su peso descendió de 62 kilogramos a 42.

Después de los hechos, Peter, el hermano Joe, afirmó que aunque el hospital tenía «instalaciones de primera categoría», la atención médica era «de tercera categoría». Además, subrayó que había «un enfoque fragmentado» que les dio serios motivos de preocupación, relataron a The Mirror.

Por último, y tras varios meses de estudios, el jurado que se encargó del caso concluyó, según el medio británico Church Times, que la falta de atención constante y la suspensión de alimentos le llevaron a una infección pulmonar fatal. Este suceso fue clave, ya que sacó a la luz la importancia del cuidado, sobre todo hacia las personas con síndrome de Down, puesto que necesitan ser tratados de una manera más delicada y adaptada a sus necesidades.

El hospital nunca asumió el fallo, pero la Fundación del Servicio Nacional de Salud de la Universidad de Manchester se disculpó y aseguró que nunca más se iba a repetir, puesto que habían adoptado medidas para garantizar la máxima seguridad y respeto a sus pacientes.

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