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27 de abril de 2024

Una de las criaturas sin pigmento halladas en el interior de la cueva Movile

Una de las criaturas sin pigmento halladas en el interior de la cueva MovilePatrick Landman

Ciencia

Lo que los científicos encontraron en una cueva que estuvo cerrada cinco millones de años

El hallazgo de la cueva rumana Movile en 1986 supuso uno de los acontecimientos más interesantes hasta la fecha desde el punto de vista biológico y evolutivo

Sureste de la actual Rumanía, hace 5,5 millones de años. Por razones que se desconocen, una enorme roca se desprende ante la entrada de una cueva y deja su acceso incomunicado. Toda la vida que albergaba su interior deja de recibir luz solar y oxígeno, pero, sin embargo y contra pronóstico, logra sostenerse en el tiempo.
1986, dictadura del general Ceaușescu. Durante las exploraciones para la construcción de una central térmica, el geólogo Cristian Lascu descubre la cueva por casualidad. La cavidad pasa automáticamente a ser acordonada para su estudio por un reducido grupo de expertos.
El hallazgo supuso uno de los acontecimientos más importantes desde el punto de vista biológico y evolutivo y sigue siendo, aun a día de hoy, un misterio en muchos sentidos.
Un total de 48 especies, incluyendo insectos, moluscos y artrópodos, han sido identificadas desde su descubrimiento. De ellos, 33 son exclusivos de la cueva. Con un aire exiguo en oxígeno y alto en dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno, la mayoría de estas criaturas carecen de visión y pigmento como consecuencia de haber vivido durante millones de años en plena oscuridad.

Bacterias

Se trató, a su vez, del primer ecosistema terrestre descubierto basado en bacterias quimiosintéticas, es decir, cuya fuente de energía proviene no de la fotosíntesis, sino de reacciones químicas como la oxidación de amonio o de sulfuro. Una circunstancia, esta última, fundamental para la vida y la cadena trófica, pues las bacterias formaban la película espumosa de la que se alimentaban los animales más pequeños antes de ser devorados por los más grandes.
Pero el interés y los secretos de la cavidad van todavía más allá, ya que los científicos creen que su ecosistema podría arrojar luz sobre la vida en los albores de la Tierra, hace unos 4.000 millones de años, y ayudar incluso en la lucha contra los fases de efectos invernadero. Al fin y al cabo, si se descubre el método de las bacterias para oxidar el metano y descomponer el dióxido de carbono se pueda elaborar una tecnología que neutralicen estos gases a niveles más elevados que los actuales.

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