
Imágenes de satélite de la planta de fusión nuclear china
China construye un láser gigante capaz de generar energía limpia ilimitada
La enorme instalación de fusión nuclear puede observarse desde el espacio y ofrece la perspectiva de una energía abundante y alternativa
China lleva años apostándolo todo a la producción energética. Descomunales parques eólicos y gigantescas granjas solares van de la mano del mantenimiento de otras fuentes de energía no tan limpia, como la quema de carbón. Todo por la ambición del líder comunista, Xi Jinping, y el miedo del gigante asiático a quedarse desabastecido, además de cumplir el objetivo de neutralidad climática que han fijado para el año 2060.
La última construcción faraónica que tiene que ver con este objetivo es un enorme láser que, debido a su tamaño, se puede observar desde el espacio. Se trata de una planta de fusión nuclear situada en la ciudad suroccidental de Mianyang que podría ayudar a la exploración de la generación de energía, aunque también al diseño de armas nucleares.
Tal y como informan desde Reuters, la fotografía satelital muestra cuatro brazos que albergarán espacios para láser y una zona central que contendrá isótopos de hidrógeno que los poderosos láser fusionarán para producir energía. Se trata, además, de una instalación un 50 % mayor a la Instalación Nacional de Ignición (NIF) de Estados Unidos, que actualmente es la instalación de fusión por confinamiento inercial más grande del mundo.
Pero, ¿en qué consiste la fusión por láser? El Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) apunta que se trata de un método que consiste en un confinamiento inercial, en el que se emplean láseres de alta potencia para calentar y comprimir diminutas cápsulas esféricas que contienen pastillas de combustible compuestas de isótopos del hidrógeno como el deuterio y el tritio.
Las altas temperaturas a la que se somete la superficie de la cápsula provoca la microimplosión del combustible y, como consecuencia, la capa superficial de la pastilla se destruye y explota. La inercia creada por este proceso mantiene el combustible confinado durante un lapso lo suficientemente prolongado como para que se produzcan reacciones de fusión.
Dicho de otra manera, este proceso es capaz de generar una reacción de fusión a pequeña escala que intenta imitar la producción energética del Sol y otras estrellas, por lo que su utilización a gran escala podría suponer un cambio de paradigma al generar energía limpia e inagotable.
Aunque no se ha emitido una declaración oficial sobre si la nueva instalación de investigación de fusión en China está destinada a la producción de energía limpia o a fines militares, su desarrollo coincide con el creciente interés global en esta tecnología y su potencial revolucionario.
Precisamente este país está apostando por la investigación sobre fusión. El Tokamak Superconductor Avanzado Experimental (EAST), conocido como el «sol artificial» del país, ha logrado un récord impresionante en el proceso de fusión, manteniendo una temperatura de plasma superior a los 100 millones de grados centígrados durante 1.006 segundos.
No obstante, China no es el único actor en este campo. En Estados Unidos, científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) han conseguido un avance significativo al crear la fuente de rayos X más brillante del mundo, un logro clave para el desarrollo de la energía de fusión.
Posibles aplicaciones militares
Aunque, en teoría, esta instalación se utiliza para encontrar energías renovables que puedan sustituir a las contaminantes, el proceso de fusión por láser también tiene aplicaciones militares, por lo que ha suscitado preocupación entre la comunidad internacional.
La capacidad de estudiar materiales en condiciones extremas, como las que se encuentran en el centro de las estrellas o en armas nucleares, podría facilitar mejoras en el diseño de armamento nuclear sin necesidad de realizar pruebas nucleares tradicionales. Tanto China como Estados Unidos han firmado el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, que prohíbe las explosiones nucleares, pero permite experimentos subcríticos y de fusión por láser.
Este descubrimiento, por tanto, subraya la creciente competencia en el ámbito de la investigación de fusión nuclear y, al mismo tiempo, plantea interrogantes sobre el equilibrio entre el desarrollo de tecnologías para la generación de energía limpia y sus posibles aplicaciones en el ámbito militar.