La dana Alice paraliza Tarragona: inundaciones históricas, carreteras cortadas y más de 3.000 viajeros afectados
La dana Alice paraliza Tarragona: inundaciones históricas, carreteras cortadas y más de 3.000 viajeros afectados
La Generalitat declara la emergencia en cinco comarcas ante las lluvias torrenciales que han anegado calles, vías férreas y la AP-7; Renfe prevé restablecer la circulación entre Ulldecona y L'Aldea este lunes si se garantizan las condiciones de seguridad
Las lluvias torrenciales provocadas por la dana Alice han dejado este domingo un panorama crítico en el sur de Tarragona. En cuestión de horas, las precipitaciones desbordaron torrentes, anegaron calles, interrumpieron el tráfico ferroviario y cortaron importantes carreteras como la AP-7 y la N-340. Aunque no se han registrado víctimas mortales, los daños materiales son cuantiosos y miles de personas se han visto afectadas.
La Generalitat de Cataluña decretó durante la noche la situación de emergencia en las comarcas del Montsià, Baix Ebre, Ribera d’Ebre, Baix Camp y Terra Alta, lo que permitirá solicitar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) si fuera necesario. La consellera de Interior, Núria Parlon, recomendó a la población permanecer en casa, teletrabajar en la medida de lo posible y evitar desplazamientos, especialmente en zonas inundables.
En una jornada de máxima tensión, el teléfono de emergencias 112 recibió más de 1.000 llamadas, que derivaron en 713 incidencias atendidas por los Mossos d’Esquadra y los Bomberos de la Generalitat. Numerosos vecinos tuvieron que ser rescatados de sus vehículos, atrapados en carreteras como la AP-7 entre Freginals y Ulldecona, completamente cubierta por el agua.
Carreteras y trenes paralizados
Las fuertes lluvias han provocado el corte total de la autopista AP-7, así como de la N-340, la C-12 y diversas carreteras secundarias que conectan localidades del Montsià, entre ellas Ulldecona, Santa Bàrbara, Amposta y La Ràpita. En estos municipios, el agua arrastró coches, contenedores y mobiliario urbano, dejando imágenes de caos y destrozos.
El servicio ferroviario del Corredor Mediterráneo también resultó gravemente afectado. Las vías entre Ulldecona y L'Aldea quedaron completamente inundadas, lo que obligó a suspender la circulación de 17 trenes con origen o destino en Barcelona, Valencia y Alicante. Más de 3.000 pasajeros se vieron perjudicados por la incidencia, según informó Renfe. Algunos trenes tuvieron que retroceder a estaciones anteriores, mientras que otros fueron cancelados.
Renfe ha comunicado que prevé reanudar la circulación a partir de las 11:00 horas de este lunes, siempre que se cumplan las condiciones de seguridad, y ha ofrecido a los usuarios afectados la posibilidad de cambiar o anular sus billetes sin coste. La empresa se mantiene en coordinación con Adif, Protección Civil y las autoridades locales para evaluar el estado de las vías y garantizar un regreso progresivo a la normalidad.
Precipitaciones «históricas»
El Servicio Meteorológico de Cataluña (Meteocat) confirmó que las lluvias alcanzaron registros excepcionales, con hasta 187 milímetros acumulados en Mas de Barberans (Montsià). Alcaldes de la zona calificaron el episodio como «histórico», recordando que hacía décadas que no se vivía una situación semejante.
La intensidad de las precipitaciones disminuyó al final del día, pero el Meteocat no descarta nuevos aguaceros en las próximas horas, aunque de menor virulencia. Ante este escenario, la Generalitat decidió suspender las clases en escuelas e institutos de las cinco comarcas afectadas y paralizar los servicios para personas mayores o con discapacidad.
Mientras tanto, unas 150 personas permanecen alojadas en instalaciones municipales de Tortosa, asistidas por Cruz Roja y el ayuntamiento, y varias más en Freginals, tras haber sido evacuadas de sus viviendas o vehículos.
Una tarde de miedo y solidaridad
La población del Montsià y el Baix Ebre vivió una jornada marcada por la angustia. En localidades como La Ràpita, Santa Bàrbara o Godall, los vecinos presenciaron cómo el agua cubría las calles y los barrancos se desbordaban. Sin embargo, los avisos previos de Protección Civil, incluidos los mensajes de emergencia Es Alert, permitieron que muchos conductores retiraran sus coches de las zonas más expuestas, evitando mayores daños personales.
Una nube se cierne sobre la AP7 a la altura de Almussafes (Comunidad Valenciana), sentido Alicante, este fin de semana
Aunque la calma comienza a volver a la región, las autoridades insisten en mantener la máxima precaución. El recuerdo de una tarde que muchos califican de «infierno líquido» quedará grabado en la memoria de las comarcas del sur de Tarragona, donde la naturaleza volvió a mostrar su fuerza con una violencia inusual.