Fundado en 1910
El Q-day se acerca después de lo que ha conseguido China con un ordenador cuántico

El Q-day se acerca después de lo que ha conseguido China con un ordenador cuántico

China avanza hacía el temido 'Q-day': se acerca la sombra de un mundo descodificado

Será el momento en que los ordenadores cuánticos serán capaces de romper los sistemas de cifrado actuales que protegen desde transacciones bancarias hasta comunicaciones militares

Mientras el mundo se vuelve cada vez más y más tecnológico y todo pasa por internet, las nubes o las cadenas de bloques, hay un día marcado en el calendario de muchos informáticos donde los candados digitales podrían abrirse y liberar millones de datos. Un caos de dimensiones inimaginables que, sin embargo, todavía no ha tenido su taquillazo en el cine.

Un equipo de investigadores chinos ha logrado un avance inquietante en criptografía cuántica al factorizar un número RSA de 90 bits usando un ordenador cuántico presentado en 2020, el D-Wave Advantage. Lo ha conseguido combinando técnicas de temple cuántico y métodos clásicos. Este método de temple cuántico, es una técnica utilizada en este tipo de computación para resolver problemas de optimización, es decir, para encontrar la mejor solución posible entre muchas opciones.

Este hito, publicado en marzo en el Chinese Journal of Computers, marca un paso más hacia el temido Q-day, el momento en que los ordenadores cuánticos podrían romper los sistemas de seguridad actuales.

D-Wave Advantage

D-Wave Advantage

La investigación, liderada por Wang Chao de la Universidad de Shanghái, aprovechó el temple cuántico para resolver el problema matemático de factorización de números primos en el que se basa RSA. A diferencia de los ordenadores cuánticos universales, el D-Wave Advantage está especializado en este tipo de cálculos, lo que permitió al equipo superar los límites previos, pero con hardware existente.

¿Qué es el RSA?

RSA es el nombre de un algoritmo de criptografía de clave pública desarrollado por Rivest, Shamir y Adleman, y es utilizado para cifrar comunicaciones, firmas digitales o intercambio de claves. Este algoritmo se basa en la dificultad de factorizar números enteros grandes.

El RSA protege desde transacciones bancarias hasta comunicaciones militares. Aunque el estudio de la Universidad de Shanghái solo afecta a claves de 90 bits (muy inferiores a las actuales de 2.048 bits), sí demuestra que enfoques híbridos cuántico-clásicos pueden erosionar la criptografía sin necesidad de máquinas más avanzadas.

Ese Q-day podría desembocar en riesgos como el colapso de infraestructuras críticas. Los sistemas financieros, gubernamentales y de salud dependen de algoritmos vulnerables a ataques cuánticos. Un Q-day perfecto permitiría descifrar datos históricos almacenados, como registros médicos o secretos industriales

Criptomonedas en el punto de mira

Si la protección RSA puede quedar expuesta en unos años, las dudas aparecen con las cadenas de bloques que protegen las transacciones entre criptomonedas y las propias claves de éstas.

Bitcoin utiliza el algoritmo ECDSA (basado en curvas elípticas), no RSA, pero el principio de vulnerabilidad es similar. Un atacante con capacidad cuántica podría calcular claves privadas a partir de claves públicas expuestas durante transacciones.

Bitcoin utiliza el algoritmo ECDSA (basado en curvas elípticas), no RSA

Según las estimaciones, un ordenador cuántico capaz de romper Bitcoin requeriría casi dos mil millones de qubits, una cifra que la tecnología actual no alcanza ni a medio plazo.

El mayor desafío ahora será actualizar el protocolo de Bitcoin, algo que requeriría consenso entre mineros y usuarios y eso algo casi imposible sin una amenaza inminente.

Criptografía postcuántica

Los bancos y gobiernos de todo el mundo ya trabajan en algoritmos resistentes a ordenadores cuánticos, pero la adopción en sistemas descentralizados como blockchain es más compleja.

No parece que haya un peligro inminente para la llegada del Q-day, aunque su fecha exacta es incierta, se estima que podría ocurrir en la próxima década o dos, dependiendo de los avances tecnológicos.

No parece que haya un peligro inminente para la llegada del Q-day

Además, los qubits del D-Wave son propensos a errores y carecen de corrección automática. Para atacar algoritmos RSA-2048 o ECDSA, se necesitarían millones de qubits estables, lejos de los 5.760 del estudio.

Este avance no es el apocalipsis inmediato para las criptomonedas ni para la seguridad, pero sí una llamada de atención para acelerar la transición a estándares poscuánticos. Como advierte Wang Chao: «La computación cuántica podría evolucionar más rápido que las defensas».

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas