Qué son los prompts y por qué tienes que aprender a usarlos para dominar la IA

La inteligencia artificial (IA) ya forma parte de nuestras vidas desde hace casi tres años. Asistentes virtuales, generadores de texto, de imágenes y hasta buscadores de información que empiezan a dar el relevo a Google... estas herramientas están cambiando la forma en que trabajamos, buscamos información, escribimos y resolvemos problemas. Pero para aprovechar al máximo su potencial, es necesario entender un concepto básico: el prompt.

No se trata de saber programar, sino de saber pedir. De hablarle a ChatGPT, Gemini, Grok, Perplexity, DeepSeek... con la suficiente claridad como para que las respuestas sean exactamente lo que el usuario quiere en ese momento. Ya pasó el tiempo de que las respuestas de la IA se conviertan en noticia. Ahora es una relación entre el hombre y la máquina que tiene un lenguaje específico.

¿Qué es un prompt?

Un prompt es una instrucción o una pregunta que se le da a una inteligencia artificial para que realice una tarea. Es la forma en que las personas se comunican con estas herramientas. Puede ser algo sencillo como «traduce este texto al inglés» o más elaborado como «crea un resumen de 300 palabras con tono formal sobre energías renovables».

Un prompt es una instrucción o una pregunta que se le da a una inteligencia artificial para que realice una tarea

La IA responde según lo que se le pide. Cuanto más claro y preciso sea el prompt, mejores serán los resultados. Si la indicación es confusa, la respuesta también lo será. Pero un prompt bien escrito puede generar contenido útil y aportar conocimiento al usuario en una conversación con el chatbot sobre cualquier tema.

¿Para qué sirven los prompts?

Los prompts son la base de la interacción con la IA. Saber escribirlos con destreza permite usar estas herramientas de forma más eficiente y obtener resultados de calidad.

Algunas de sus aplicaciones más comunes incluyen la redacción de correos, informes, mensajes o artículos, generar ideas para proyectos, campañas o contenidos, reescribir o mejorar textos, crear imágenes, explicar conceptos complejos o la traducción y adaptación de textos a distintos estilos o públicos.

El nivel de autoaprendizaje es muy alto y nadie acude a cursos, tutoriales o expertos

En el ámbito profesional, dominar el uso de prompts permite trabajar con mayor agilidad, obtener mejores resultados y adaptarse a nuevas tecnologías.

El problema de todo esto, según varios informes que vez la luz casi cada semana es que el nivel de autoaprendizaje es muy alto y nadie acude a cursos, tutoriales o expertos que les ayuden de ahí que muchas empresas prohíban utilizarlo a sus empleados por miedo a la filtración de datos y que muchos particulares hayan generado una relación demasiado estrecha con la IA que les impide razonar con claridad.

Cómo escribir un buen prompt

No hace falta tener conocimientos técnicos. Con algunos principios básicos, cualquier persona puede comenzar a escribir mejores prompts que le ayuden a obtener información más útil de cualquier chatbot de IA.

Claridad: hay que decir exactamente qué se necesita. En lugar de «háblame de historia», es mejor probar con «resume en 200 palabras los principales hechos de la Revolución Francesa».

Contexto: si el contenido tiene un objetivo o un público específico, hay que incluirlo. Por ejemplo: «Escribe un texto informativo para estudiantes de secundaria sobre el sistema solar».

Tono y formato: se puede pedir que el texto sea formal, sencillo, breve, en lista, con ejemplos, etc.

Ejemplos: si se buscan resultados con cierto estilo, mostrar un ejemplo puede ayudar a guiar mejor la respuesta.

Revisión y ajustes: si el primer resultado no es lo que se esperaba, se puede ajustar el prompt y volver a intentarlo. Es un proceso de prueba y mejora.

Luego hay chatbots como Perplexity o Google NotebookLM que permiten al usuario delimitar las respuestas de la IA aportando webs, audios, vídeos o documentos para que, desde ahí, elabore una información más digerible.

Ingeniería de prompts

El arte de formular instrucciones efectivas para la inteligencia artificial se conoce como ingeniería de prompts. Es una habilidad cada vez más valorada, especialmente en áreas como el marketing, educación, programación, diseño y generación de contenido.

Los expertos en la ingeniería de prompts comparten sus conocimientos en YouTube de forma gratuita o de pago con el objetivo de ayudar a que el diálogo con la IA sea más preciso y que eso, a la larga, ayude a la IA a conocer mejor el factor humano de sus conversaciones.

Los prompts son el puente entre las personas y la inteligencia artificial. Aprender a escribirlos bien permite aprovechar esta tecnología de forma más precisa, creativa y útil.