La peligrosa estafa que hay detrás de esas llamadas en las que cuelgan sin decir nada

Las nuevas tecnologías, por norma general, han facilitado muchos aspectos de nuestro día a día. Nos permiten realizar todo tipo de tareas en tiempo récord, sin tener que hacer largas colas ni esperar demasiado tiempo. Lo conseguimos todo a golpe de clic. Sin embargo, cuando estas herramientas caen en malas manos, pueden emplearse para crear nuevos métodos con los que engañar, estafar y timar a personas inocentes.

Así, en los últimos años se han multiplicado los delitos en los que los criminales emplean los teléfonos de sus víctimas para engañarlas. Es el caso de esas llamadas fraudulentas en las que nadie contesta al otro lado del teléfono. ¿Qué está pasando?

Llamar y colgar

Tal y como explican la Policía Nacional y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), estas llamadas en las que nadie contesta al otro lado y cuelgan a los pocos segundos es un gesto que les sirve a los criminales para confirmar que un número está activo. No obstante, en otros casos, como la víctima suele contestar con un «Hola» o un «¿Sí?», los delincuentes intentan grabar la voz para utilizarla posteriormente como huella en sistemas de verificación telefónica. Por eso, es siempre recomendable esperar a que alguien hable primero o comenzar la conversación con otra palabra que no implique afirmación.

La inteligencia artificial, la nueva aliada de los delincuentes

En la actualidad, la inteligencia artificial se ha convertido en una pieza clave para perfeccionar estas estafas. Con ella, los delincuentes pueden clonar voces con un realismo inquietante, imitar la entonación de un familiar o de un empleado de banca y, de ese modo, generar una confianza inmediata en la víctima. Además, estas herramientas permiten automatizar llamadas masivas, analizar patrones de respuesta y adaptar el fraude en tiempo real para aumentar sus probabilidades de éxito.

Lejos de ser casos aislados, cada vez son más frecuentes los intentos de fraude en los que se combina el uso de IA con técnicas de ingeniería social. De este modo, una simple llamada en apariencia inofensiva puede convertirse en la antesala de un engaño mucho más sofisticado. La grabación de una voz, unida a la recreación artificial de mensajes verosímiles, abre la puerta a operaciones fraudulentas a gran escala.

Por ello, los expertos insisten en que la ciudadanía debe ser consciente de estos riesgos y adoptar hábitos de autoprotección digital. Desconfiar de llamadas inesperadas, no compartir datos sensibles por teléfono y confirmar siempre la identidad del interlocutor son pasos esenciales. Solo así se puede mitigar el poder que la inteligencia artificial, usada de manera maliciosa, ha puesto al alcance de los delincuentes.