Cómo saber qué cable de carga comprar
Cómo elegir el mejor cable para cargar tu móvil: guía definitiva para no perder velocidad ni salir ardiendo
No todos los cables sirven para todo. La elección del cable correcto puede marcar la diferencia entre una carga rápida, segura y duradera o una experiencia desastrosa
Elegir un cable de carga adecuado no se trata de ir al chino y comprar uno de 6 euros que pueda freír tu móvil, ni de comprar uno oficial de la marca al precio que sea. Detrás de un simple conector se esconden diferencias que afectan a la velocidad, la seguridad y la vida útil del dispositivo. Hoy, el estándar más recomendable es el USB-C, compatible con Power Delivery (PD) y, si es posible, con PPS, que ajusta tensión y corriente para una carga más eficiente.
Cable de USB-C a conector Lightning
Los cables USB-C a USB-C son el estándar actual en la mayoría de móviles Android y en los iPhone más recientes tras la imposición de la UE. En cambio, los USB-A a USB-C siguen siendo útiles si se emplean cargadores antiguos, aunque limitan las funciones de carga rápida. Para los dispositivos Apple con conector Lightning, el cable Lightning a USB-C es la opción obligatoria, siempre que cuente con la certificación MFi, que garantiza seguridad y compatibilidad total con los equipos de la marca.
Potencia y carga rápida
La potencia es otro factor a tener en cuenta. Un cable de 60 W (3 A) resulta suficiente para la mayoría de móviles, pero si se busca cargar también tablets o portátiles, conviene optar por modelos de 100 a 240 W (5 A) con chip e-marker, necesario para transmitir altas corrientes de forma segura. Para alcanzar las máximas velocidades, tanto el teléfono como el cargador deben ser compatibles con los protocolos Power Delivery (PD) y, en algunos casos, PPS.
Un cable de 60 W (3 A) resulta suficiente para la mayoría de móviles
La certificación USB-IF en los cables USB-C y el sello MFi en los Lightning son indicadores de calidad y seguridad. Evitan problemas de sobrecalentamiento, fallos de conexión o incluso daños en el dispositivo. Además, en los cables más avanzados, los logos de rendimiento (por ejemplo, USB 10/20/40 Gbps, USB4 o Thunderbolt) permiten saber la velocidad real de transferencia en el caso de que se envíen datos o vídeo.
Carga o velocidad de datos
La velocidad de transferencia no influye en la carga. Un cable USB 2.0 puede cargar tan rápido como uno USB4, siempre que la potencia y los protocolos coincidan. Los cables de alta velocidad (USB4 o Thunderbolt) solo son necesarios para usos profesionales, monitores o docks.
La longitud y el grosor de los conductores también importan. Los cables más cortos (1-2 m) reducen la pérdida de tensión y el calentamiento. Cuanto más grueso, mejor será la estabilidad de la carga, especialmente a 3 o 5 amperios. Además, los modelos reforzados con trenzado de nailon y alivio de tensión en los conectores soportan más ciclos de doblado y son aguanta bien el uso diario.
Cable de USB-C a conector Lightning nylon trenzado
Un cable de baja calidad puede provocar negociaciones erróneas de potencia, sobrecalentamientos o incluso daños en la batería. Por eso, se recomienda siempre apostar por cables certificados, revisar que no presenten cortes, conectores flojos o signos de calor excesivo y sustituirlos en caso de desgaste.
el mejor cargador según el dispositivo
- Móviles USB-C: cable USB-C a USB-C de al menos 60 W, o de 100–240 W si se busca máxima compatibilidad.
- Móviles con PPS: cable de 5 A con e-marker y cargador PD-PPS.
- iPhone USB-C: cable USB-C a USB-C de 60 W; para modelos con Lightning, versión MFi.
- Portátiles y tablets: cable USB-C a USB-C de 100–240 W.
Transferencia de datos o vídeo: cable USB4 o Thunderbolt certificado.
El mejor cable es el que combina compatibilidad, potencia suficiente, certificación oficial y buena construcción. Pagar más por un modelo de calidad no solo garantiza una carga más rápida y estable, sino que también protege el dispositivo frente a fallos eléctricos o de temperatura.