Viajar con tecnología se ha convertido en algo cada vez más habitual
Por qué los dispositivos tecnológicos deben ir en una bandeja separada en los aeropuertos
Una medida que, aunque incómoda, tiene un motivo fundamentado, pero un futuro que apunta a cambiar gracias a la nueva generación de escáneres 3D
Viajar con tecnología se ha convertido en algo cada vez más habitual. Portátiles, cámaras, tabletas, auriculares o consolas portátiles acompañan a millones de pasajeros cada día. Pero esa comodidad digital se interrumpe en el control de seguridad del aeropuerto donde se suceden todo tipo de momentos de nervios entre los pasajeros que no pueden perder de vista bandejas con mucho dinero en dispositivos mientras ellos tienen que pasar por el arco de seguridad o someterse a revisiones aleatorias más específicas.
Allí, los agentes de seguridad piden que los dispositivos electrónicos salgan de las mochilas y se depositen en una bandeja separada. Una rutina que, aunque parece un capricho burocrático, tiene razones técnicas y de seguridad perfectamente justificadas.
aeropuerto
Rayos X
Los escáneres que revisan el equipaje de mano funcionan mediante rayos X de doble energía, capaces de distinguir materiales según su densidad (orgánicos, metálicos o mixtos). Sin embargo, los dispositivos electrónicos son densos y contienen baterías de litio, cables, placas metálicas, pantallas y carcasas de varios materiales.
Todo ello dificulta la lectura del interior de la mochila. Un ordenador o una tableta pueden ocultar objetos sospechosos o generar 'zonas de sombra' en la imagen del escáner. Sacarlos y colocarlos aparte permite al personal de seguridad visualizar su estructura sin interferencias. Aunque parezca algo lento, estoy reduce el número de inspecciones manuales y mejora la rapidez del control.
Un técnico de seguridad del aeropuerto Adolfo Suárez lo explica así: «Un portátil cerrado dentro de una mochila llena de cables o ropa actúa como una pantalla opaca. El sistema no puede ver lo que hay detrás. Separarlo evita repeticiones y hace más fluido el proceso para todos».
El papel del terrorismo
La medida comenzó tras los atentados del 11S, cuando la amenaza de explosivos en dispositivos electrónicos llevó a reforzar los protocolos de detección. Los aeropuertos se adaptaron con escáneres más potentes, pero también con protocolos estrictos que priorizan la visibilidad del interior de cada objeto electrónico.
La medida comenzó tras los atentados del 11S
En muchos países, esta norma se complementa con límites en el transporte de baterías externas, que deben ir siempre en cabina y nunca en la bodega, por el riesgo de incendio asociado a las baterías de litio.
Adiós a las bandejas separadas
La buena noticia es que este proceso tiene los días contados. Los aeropuertos de Londres-Heathrow, Ámsterdam-Schiphol o Madrid-Barajas están comenzando a instalar escáneres CT (de tomografía computarizada), similares a los de los hospitales.
Estos equipos generan una imagen tridimensional y permiten al operador girar el equipaje virtualmente para dentificar con precisión el contenido sin necesidad de abrir la maleta ni extraer dispositivos. Además, los algoritmos de inteligencia artificial ya están ayudando a reconocer automáticamente objetos peligrosos o materiales sospechosos.
Los algoritmos de inteligencia artificial ya están ayudando a reconocer automáticamente objetos peligroso
Con esta tecnología, el viajero podrá dejar portátiles, tabletas y líquidos dentro del equipaje y reducir colas. Reino Unido ya ha anunciado su intención de implantar estos escáneres de forma generalizada y la Unión Europea prevé una transición durante la próxima década.
Aeropuertos del futuro
Mientras tanto, los viajeros tienen que sufrir el ritual de vaciar mochilas y separar dispositivos. No por capricho, sino porque la precisión de los sistemas actuales aún depende de una correcta colocación y visibilidad de los objetos electrónicos.
Sacar los dispositivos tecnológicos de la mochila es una molestia con sentido ya que los escáneres tradicionales no pueden 'ver' bien a través de ellos. Pero la evolución hacia escáneres 3D e inteligencia artificial promete que, en un futuro cercano, ese gesto tan tedioso en los controles de seguridad pase a la historia.