El precio de la memoria RAM se dispara por la inteligencia artificial

El mercado de memoria para ordenadores personales atraviesa en 2025 una de sus transformaciones más abruptas de los últimos tiempos. Tras una etapa marcada por precios inusualmente bajos, el coste de los módulos RAM DDR4 y DDR5 ha registrado un repunte drástico en apenas unos meses, lo que encarece significativamente la opción de ensamblar un PC por piezas.

Algunos de estos módulos han multiplicado por tres su precio en apenas un trimestre. Según datos del proveedor de servicios en la nube OVH, la memoria DDR4 ha experimentado un incremento de aproximadamente el 158 %, mientras que la DDR5 ha superado el 300 % desde el pasado septiembre.

Esta escalada afecta tanto a usuarios particulares como a grandes compradores de hardware, entre ellos fabricantes de servidores y empresas tecnológicas que gestionan infraestructuras en la nube. El impacto es especialmente severo para los entusiastas de los videojuegos y usuarios avanzados que optan por montar sus propios equipos.

El alza en el coste de la memoria resulta aún más llamativa si se considera que coincide con la reciente normalización en el suministro de tarjetas gráficas. Tras años marcados por la escasez, modelos de gama media y alta como las AMD Radeon RX 9060 XT y 9070, así como las Nvidia RTX 5060, 5070 y 5080, están disponibles en tiendas especializadas e incluso se comercializan a precios que se aproximan o se sitúan por debajo de su valor de venta recomendado.

Sin embargo, este alivio en el mercado de las GPU ha quedado ensombrecido por el fuerte encarecimiento de la RAM, un componente esencial en cualquier sistema. Esta realidad hace que el coste de un equipo nuevo, en especial si está basado en arquitectura DDR5, se dispare, lo que frustra las expectativas de muchos consumidores.

El auge de la inteligencia artificial

El fenómeno está estrechamente vinculado al auge de la inteligencia artificial. La demanda masiva de infraestructuras destinadas a esta tecnología ha obligado a los grandes fabricantes de chips de memoria a redirigir parte importante de su capacidad hacia módulos para servidores y soluciones de alto ancho de banda, reduciendo así la oferta destinada al consumidor convencional.

A esta situación se suma un efecto dominó de acopio. Ante la previsión de una escasez prolongada, tanto fabricantes como usuarios finales han optado por abastecerse anticipadamente, provocando una escalada de precios sostenida.

La presión no se limita al ámbito de la RAM

El mercado de almacenamiento también empieza a mostrar signos de tensión. Aunque la situación de las unidades SSD no es tan crítica como la de la memoria principal, la tendencia apunta al alza. El precio de la memoria flash NAND ha comenzado a subir, lo que repercute directamente en los discos de estado sólido de alto rendimiento. En varias plataformas de distribución ya se observan problemas de disponibilidad en unidades de 2 y 4 TB.

A corto plazo, los expertos no prevén una corrección de esta tendencia. Las estimaciones del sector señalan que las tensiones en la cadena de suministro de RAM y SSD podrían mantenerse en los próximos meses. En el ámbito profesional, algunos cálculos sitúan el encarecimiento de los costes para servidores entre un 15 % y un 25 %, lo que afectará tanto a empresas como a instituciones públicas.

En este contexto, para muchos usuarios la posibilidad de montar un PC personalizado se aleja. Frente a esta perspectiva, los ordenadores preconfigurados y los portátiles ganan atractivo. Los grandes fabricantes, al operar con contratos de suministro a largo plazo, están en condiciones de amortiguar en parte las subidas de precios, al menos durante un tiempo.