human washing machine
Japón presenta la «lavadora humana» que lava, aclara y seca en 15 minutos
Una cabina que trabaja mediante burbujas ultrafinas, sensores inteligentes y un sistema de masaje inmersivo que homenajea al primer prototipo 50 años después
Japón ha vuelto a demostrar por qué sigue siendo uno de los epicentros globales de la innovación tecnológica. La compañía Sinsin, con sede en Osaka, ha presentado un prototipo que parece sacado de una película de ciencia ficción, aunque no es la primera vez que desde Asia lanzan estos inventos con poco recorrido, de momento. Se trata de la primera lavadora humana del mundo. Una cápsula completamente automatizada capaz de lavar, aclarar y secar a una persona en apenas 15 minutos mediante burbujas ultrafinas, sensores biométricos y un sistema de masaje que quiere transformar la rutina de higiene en una experiencia inmersiva.
El dispositivo, bautizado provisionalmente con el original nombre de Human Wash, reinterpreta los conceptos de bienestar, automatización y autocuidado al más puro estilo futurista. Aunque aún se encuentra en fase de prototipo, su presentación ha generado un gran impacto en la industria tecnológica y en el sector del wellness, que ya ve en esta máquina un posible cambio radical en la manera de entender el baño tradicional.
Un usuario alucina con su primera experiencia en la Human washing machine
La cabina, de forma ovoide y con un interior completamente sellado, recuerda a un cruce entre las cámaras de flotación sensorial y las cápsulas de sueño japonesas. La persona se introduce en el interior y adopta una posición recostada mientras el sistema analiza su temperatura corporal, nivel de humedad de la piel y postura para ajustar automáticamente el proceso de limpieza. No se sabe si analiza en algún momento la suciedad del sujeto.
No se sabe si analiza en algún momento la suciedad del sujeto
El objetivo, según detalló Sinsin durante su presentación pública en Osaka, es reducir al mínimo la intervención humana. La cabina se encarga de todo aplicando jabones suaves, proyectando microburbujas que penetran en los poros, aclarando el cuerpo con chorros de agua templada y finalizando con un secado por aire caliente de baja intensidad. Algo así como lavar un coche.
Tecnología de burbujas ultrafinas
El corazón tecnológico de la máquina reside en su sistema de ultrafine bubbles, una técnica desarrollada en Japón que permite generar microburbujas miles de veces más pequeñas que las usadas en sistemas convencionales. Estas burbujas son capaces de adherirse a la piel y eliminar suciedad, grasa e impurezas con una suavidad difícil de replicar con la esponja.
Human washing machine
Sinsin afirma que este sistema es no invasivo, seguro para pieles sensibles y eficiente para realizar un lavado completo sin necesidad de fricción. Además, incorpora sensores que calibran en tiempo real el nivel de hidratación y ajustan la cantidad de agua y la densidad de las burbujas para optimizar el proceso.
Masaje, sonido y aromaterapia
Más allá de la limpieza, la cabina quiere crear una sensación cercana a la de un spa privado. En su interior se combinan vibraciones de baja frecuencia, luz ambiental configurable y un sistema de sonido envolvente que reproduce melodías relajantes durante el lavado. El usuario puede elegir entre distintos ambientes sonoros y combinarlos con un difusor de aromas integrado.
El resultado, según Sinsin, es una experiencia completa de estimulación sensorial, diseñada no solo para higienizar el cuerpo, sino también para reducir el estrés, mejorar la circulación y promover la relajación. Muy útil ya en casi todas las sociedades, no solo la asiática.
El usuario puede elegir entre distintos ambientes sonoros y combinarlos con un difusor de aromas integrado
Aunque parezca sorprendente, la idea de una lavadora humana no es completamente nueva. En los años 70, Panasonic (entonces bajo la marca Sanyo) presentó un concepto similar llamado Ultrasonic Bath, una bañera automatizada que también prometía lavar el cuerpo sin esfuerzo. Aquella idea nunca llegó al mercado, pero quedó como un símbolo de la visión futurista de Japón.
Ultrasonic Bath
Sinsin asegura que este nuevo prototipo es un homenaje tecnológico a aquel experimento, pero con la ventaja de contar ahora con avances en inteligencia artificial, robótica y materiales antibacterianos que permiten plantear un producto comercializable.
50º aniversario
La compañía ha adelantado que su objetivo era lanzar la versión final en 2025, coincidiendo con el 50º aniversario del primer concept japonés. No obstante, su comercialización será gradual y, en una primera fase, estará limitada a centros de bienestar, hoteles de lujo y residencias, donde la automatización del aseo es más necesaria.
Posteriormente, si la demanda responde y los costes se reducen, podría plantearse un modelo doméstico, aunque su precio inicial rondaría los 10.000 euros.