Compartiendo ideas entre mujeres cazadoras
Las presentes coincidieron en que el reto es transmitir y dar a conocer a las nuevas generaciones el valor de la caza, la contribución que realiza al medioambiente y lo que supone para la economía y cultura rurales. Todo ello para evitar que se juzgue a nuestra afición desde el desconocimiento.

De izquierda a derecha: Lorena Castillejo, Clara Moreno, Anabel Mialdea, Angelina Cáceres y María José Pliego
Por hacer un favor a una buena amiga, pero sobre todo a una persona a la que admiro y respeto profundamente, me ví moderando una mesa redonda en Córdoba, en el marco del INTERCAZA 2025, y el tema escogido era la Presencia de la Mujer Cazadora. Carmen Basarán, presidente del Real Club de Monteros y directora de la Oficina Nacional de la Caza, no podía acudir a la cita por estar preparando la boda de su hijo, así que la sustituí esperando poder estar a la altura.
La encomienda no fue complicada, ya que allí me encontré con cuatro mujeres excepcionales, que me lo pusieron muy fácil. Me alegró ver que todas compartíamos la idea de que la mujer cazadora es bien recibida en el gremio cinegético, aunque siendo conscientes de que su presencia es todavía muy minoritaria. Ese bajo porcentaje de mujeres sí parece ser consecuencia de esa imagen de que el hombre es el cazador, lo que ha hecho que los padres se hiciesen acompañar de sus hijos varones en sus jornadas cinegéticas. Únicamente en los casos de familias con madres cazadoras, o que sólo habían tenido hijas, se consideraba llevarlas al campo.
En seguida surgieron los problemas propios del sector con independencia de si quien lo práctica es un hombre o una mujer
En cuanto empezamos a debatir, estas mujeres que se sienten tan cómodas en este sector, no asumieron un rol victimista por su condición, sino al contrario en seguida surgieron los problemas propios del sector con independencia de si quien lo práctica es un hombre o una mujer. Por ello uno de los temas que afloró fue el ataque en las redes sociales por personas que, amparándose en el anonimato, insultan a quienes suben sus fotos de caza. En nuestro panel lo sufrió María José Pliego Taboada, que gracias a su profesión de abogada supo defenderse, si bien la llegaron a amenazar de muerte y de que matarían a sus animales de compañía o a sus perros de rehala ¡Menuda manera de defender los supuestos derechos de los animales! Otro tanto le ocurrió a Lorena Castillejo Caló, veterinaria que acude a las monterías con su furgoneta para aplicar los primeros auxilios a los perros de rehala en el monte.
Otro tema que salió a la palestra es el despoblamiento rural, y que la manera de combatirlo es hacer rentables las actividades que allí se realizan, como la propia caza. Tenemos que hacer ver a la sociedad como la caza es positiva para el medio rural, pero como bien apuntó Angelina Valvanera Cáceres Nebreda (Chipi), Vicepresidenta de la Federación de Tiro al Vuelo y gestora agroganadera, no a cualquier precio, « la ética del cazador pasa por el respeto a la pieza, a su entorno y su sostenibilidad». Punto en el que coincide Anabel Mialea Lozano, gestora cinegética, que aprendió de sus mayores esa forma de ver la caza, en sus palabras: «Aprendí de mis mayores el respeto al campo,... a las especies, … la sabiduría de sus gentes, … a amar la montería y sus tradiciones, y que … los cazadores no somos nadie sin el buen hacer de los otros.»
Todas ellas transmiten ahora a sus hijos (tanto chicos como chicas) ese amor a la caza, eso sí desde el conocimiento. Porque no se puede querer lo que no se conoce. Lorena además añadió, que es tan importante que transmitamos lo que sabemos de la caza tanto a nuestros hijos, como en los colegios, ya que como puntualizó Chipi, más parece que quieran inculcar una cultura anticaza, que enseñar los valores de la misma. A lo que María José hizo notar que la presencia de la mujer en la caza ayuda a mejorar su imagen.
Las presentes coincidieron en que el reto es transmitir y dar a conocer a las nuevas generaciones el valor de la caza, la contribución que realiza al medioambiente y lo que supone para la economía y cultura rurales. Todo ello para evitar que se juzgue a nuestra afición desde el desconocimiento. Por otro lado sería deseable que se respetase nuestra afición. No pedimos a nadie que la comparta, simplemente que no se nos demonice.
- Clara Moreno de Borbón es vicepresidenta del Real Club de Monteros y vocal de la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza