Explicación del proyexto Coturnix a representates de distintas entidades

Explicación del proyexto Coturnix a representates de distintas entidadesFundación Artemisan

El proyecto español de seguimiento de la codorniz que busca expandirse a Europa

Se trata de un método de seguimiento activo, creado por la Universidad de Barcelona, que permite superar las limitaciones de metodologías pasivas de censo

Coturnix, una iniciativa científica para el seguimiento y la monitorización del estado de las poblaciones de codorniz en España, se ha convertido en el mayor estudio sobre la especie en el país y su metodología pretende expandirse a otros territorios.

La codorniz no puede monitorizarse de la misma manera que otras especies, ya que está demostrado que los métodos pasivos detectan menos individuos que los métodos activos e infravaloran el tamaño de sus poblaciones, por lo que era necesaria la puesta en marcha de una metodología activa y específica para conocer la abundancia y tendencia de sus poblaciones.

Desde 2023, dentro del proyecto Coturnix, liderado por Mutuasport, con el apoyo científico de Fundación Artemisan y la colaboración de la Federación Española de Caza, se crearon los primeros puntos Seguimiento Específico de Codorniz (SEC) y, a lo largo de estos meses, se han incorporado nuevos puntos en distintos territorios de todo el país, financiados por el propio proyecto o por las administraciones regionales competentes.

Ya están en marcha 31 zonas de estudio en Castilla-La Mancha (14), Extremadura (5), Castilla y León (4), Andalucía (3), La Rioja (2), Navarra (2) y Aragón (1). Está previsto que en breve estas zonas aumenten a un total de 54.

Se trata de un método de seguimiento activo, creado por la Universidad de Barcelona, que permite superar las limitaciones de metodologías pasivas de censo para la codorniz, como el SACRE de SEO BirdLife, que hasta el momento vienen dirigiendo las decisiones que se tomaban respecto a la gestión de la especie.

El Método SEC, realizado por expertos formados específicamente para ello, consiste en la detección, censo, captura y anillamiento de machos cantores a lo largo de diez puntos de escucha, ejecutándose estas labores cada siete días desde que comienzan a escucharse las primeras codornices en la zona de estudio (inicio de la reproducción), hasta la cosecha del cereal (desaparición del hábitat óptimo para esta galliforme).

Coturnix obtiene información mucho más precisa sobre presencia, abundancia, densidad y evolución de machos de codorniz, por clases de edad, a lo largo de todo el periodo reproductor (primavera y parte de verano, según la zona), al tener en cuenta esta metodología específica las características eco-etológicas particulares de la especie.

El proyecto ha llamado la atención de socios europeos que quieren poner en marcha esta iniciativa en sus respectivos países, ya que la codorniz es un ave migratoria y son diversos los países interesados en aumentar el conocimiento de la especie.

El plan ha supuesto «un antes y un después en la implantación de la ciencia en la caza y es todo un símbolo de la implicación de los cazadores en la conservación», apunta Artemisan, que señala que desde el inicio de Coturnix en 2020 son más de 5.000 los cazadores que están colaborando haciendo censos a través del Observatorio Cinegético y enviando muestras de alas de codorniz para su análisis, más de 65.000 en los cinco años de vida del proyecto.

«Gracias a este estudio global de la especie, se están obteniendo datos mucho más fiables sobre la codorniz, permitiendo así a las administraciones competentes tomar decisiones en base a datos más objetivos y rigurosos, habiéndose convertido España en un referente y un modelo a seguir para otros países», concluyen.

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