Mandarinas de la variedad Nadorcott, creada por el INRA de Marruecos, propiedad de la familia real
Los agricultores españoles que viven de las mandarinas del rey de Marruecos
La alta capacidad productiva, el equilibrio entre dulzor y acidez y la facilidad en su cuidado hacen de la variedad Nadorcott una de las más atractivas para los productores de mandarina.
Este pequeño cítrico, creado a partir de una semilla de la Murcott en el INRA (Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Marruecos), fue registrado en España como variedad vegetal protegida en 2006 por Nadorcott protection SARL, una empresa francesa relacionada con la dinastía alauí. Desde entonces, Carpa Dorada SL, propietaria de los derechos en España y Portugal, cobra royalties por unas licencias de explotación que gestiona la Compañía de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP).
Su condición de variedad protegida impide que los agricultores cultiven la mandarina libremente, por lo que necesitan la luz verde de la asociación para entrar en el negocio. La concesión de licencias está muy controlada para evitar un crecimiento desmesurado de la producción que baje los precios, así que la vía más habitual para adquirir estos árboles es mediante el trato directo con otros agricultores.
El precio mínimo establecido por la Justicia cuando se regularizó la variedad, que llegó a España a finales del siglo XX, es de 7 euros por árbol –se han llegado a alcanzar acuerdos de 45 euros por unidad–, aunque el valor medio por implantación de cada planta de Nadorcott ronda en la actualidad los 20 euros. El negocio generado por el rey de Marruecos en España con este cítrico es mayor, ya que por cada kilo comercializado los productores tienen la obligación de destinar 0,01 euros al sistema que garantiza la trazabilidad y la identificación de la mandarina.
Reyes Moratal, gerente de CVVP, destaca en conversación con El Debate que uno de los rasgos más característicos de Nadorcott es su representación en todo tipo de fincas: «Hay unos 1.300 agricultores que explotan la variedad en España, pero lo trascendental es que hay productores con 60 árboles y otros con 30.000». Moratal incide en que los agricultores españoles que apuestan por Nadorcott aprovechan la resistencia del árbol tanto a climas fríos como a cálidos, el amplío período de recolección que permite la planta y la facilidad en su manejo.
Las producciones de Nadorcott en España se concentran en Comunidad Valenciana, Tarragona, Murcia y Andalucía, mientras que Portugal también produce, aunque solo en el municipio de Beja. El período de comercialización de las mandarinas Nadorcott cosechadas en la península ibérica se prolonga de enero a abril. «Cuando empezó a cultivarse en España no había prácticamente mandarinas de segunda estación y la competencia era escasa. Ahora tiene algún competidor, pero domina en cuanto a volumen en ese tramo», comenta Moratal.
El aforo registrado en 2024 fue de 249.907,69 toneladas, un 14,39 % de los cítricos cosechados en España y un 34,16 % del total de mandarinas. La cantidad total de producto comercializado, después de mermas y destríos, ascendió a 180.900 toneladas.
Los citricultores dedicados a la variedad creada por la institución magrebí subrayan la productividad de los mandarinos de Nadorcott: entre 35.000 y 55.000 kilos por hectárea, mientras que el promedio nacional en los árboles de mandarina es de 26.000 kilos por hectárea.
Países como Sudáfrica, Perú o Egipto, importantes competidores para España en cítricos, también trabajan la Nadorcott, todos ellos bajo la Nadorcott Protection SARL que controla –y con la que se enriquece– Marruecos.
La mina de oro creada durante el reinado de Hassan II y heredada por Mohamed VI caducará en España el 1 de enero de 2030, fecha en la que se podrán poner mandarinos de Nadorcott sin pagar los royalties mencionados. «La protección está vigente hasta el 31 de diciembre de 2029, después será libre, por lo que desde el 1 de enero de 2030 estará permitido implantar e injertar la variedad Nadorcott sin quien quiera sin tener que pagar el canon, aunque el CVVP tendrá acción sobre Nadorcott por lo menos hasta 2033» señala Moratal, que indica que los árboles que sean productivos hasta entonces estarán amparados por la protección al haber sido plantados durante el período restringido.