Garrafas de aceite de oliva listas para ser etiquetadas.

Garrafas de aceite de oliva listas para ser etiquetadas.Getty Images / Mercedes Rancaño

El misterio del «aceite fantasma» tunecino que entra en la UE sin dejar rastro en las etiquetas

COAG denuncia un «agujero negro» en la trazabilidad del aceite importado y pide suspender el contingente preferencial hasta garantizar controles equivalentes

Cada año, decenas de miles de toneladas de aceite de oliva tunecino entran en la Unión Europea sin aranceles gracias a un contingente preferencial que se agota en pocas semanas. Sin embargo, ese volumen apenas aparece identificado en la etiqueta del producto final. Los agricultores advierten de que esta opacidad genera un «aceite fantasma» cuya trazabilidad y destino final resultan desconocidos, en un mercado ya de por sí tensionado.

El contingente preferencial permite introducir en la UE hasta 56.700 toneladas de aceite de oliva virgen tunecino cada campaña sin pagar aranceles. Esta cantidad se consume habitualmente al inicio del periodo, debido a un procedimiento con pocas restricciones, y se suma a las exportaciones ordinarias que Túnez envía al mercado europeo.

Según los últimos datos disponibles, Túnez exportó entre agosto de 2024 y agosto de 2025 más de 210.000 toneladas, la mayor parte destinadas a la Unión Europea. Es decir, el aceite tunecino fluye a gran velocidad en los centros de envasado comunitarios. A juicio de COAG, sin embargo, no encaja la ausencia de ese origen en el etiquetado final. «Si España es el principal o segundo comprador de aceite tunecino, ¿por qué no aparece prácticamente en ninguna etiqueta? ¿Dónde está y cómo se comercializa ese aceite?», plantea la organización.

Esta organización señala que existe una «anomalía evidente»: el aceite tunecino entra a gran volumen, pero no se identifica en los lineales ni en los productos finales. Esta falta de rastro sugiere, según la organización, que podría estar siendo mezclado, reetiquetado o triangulado sin que el consumidor sea consciente de su origen real.

La entidad agraria considera que la trazabilidad europea presenta un «agujero negro» en el caso del contingente tunecino, que –a diferencia de los productores comunitarios– no está sometido a los mismos requisitos de origen, certificación y control. Mientras los agricultores españoles cumplen exigencias estrictas, el aceite importado a bajo coste se beneficia de un marco más laxo, lo que erosiona la competencia en el mercado interior y puede distorsionar los precios a nivel internacional. También, según COAG, abre la puerta a operaciones de triangulación hacia terceros países, como Estados Unidos, eludiendo aranceles.

«Si los agricultores españoles cumplen cada norma, todos deben cumplirlas. Y si el aceite está etiquetado de forma correcta, entonces no habrá nada que temer», subraya Francisco Elvira, responsable del sector del olivar en COAG.

Ante esta situación, la organización reclama una respuesta inmediata del Gobierno español y de las instituciones comunitarias. Defiende que el contingente preferencial tunecino debe suspenderse mientras no exista una trazabilidad equivalente a la exigida en la UE. También considera necesario paralizar el perfeccionamiento activo y los depósitos aduaneros que permiten reexportar aceite extracomunitario como producto transformado europeo, así como intensificar los controles en frontera y en los centros de transformación, especialmente en Andalucía.

COAG plantea, además, que Competencia y Consumo analicen si existe alguna práctica que pueda estar alterando el mercado o induciendo a error al consumidor, a fin de despejar dudas y garantizar un funcionamiento transparente de la cadena.

Claridad

El sector del aceite de oliva llega a la nueva campaña tras dos años de cosechas cortas y precios elevados, en un contexto de fuerte volatilidad y con la industria buscando materia prima para atender la demanda. En este escenario, la entrada masiva de aceite tunecino sin requisitos equivalentes de trazabilidad añade inquietud entre agricultores y cooperativas.

COAG insiste en que mantener un doble rasero regulatorio compromete la credibilidad del sistema europeo y alimenta la incertidumbre en un mercado especialmente sensible. «La trazabilidad no puede tener doble rasero. O es para todos, o deja de ser un sistema creíble», afirma Elvira.

La organización sostiene que una actuación rápida y coordinada entre España y la UE será decisiva para aclarar el recorrido real del «aceite fantasma» tunecino y garantizar que los consumidores conocen exactamente el origen del producto que compran.

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