2.600 millones de euros en riesgo por no matar jabalíes: «Y no nos dejan cazarlos gratis, tenemos que pagar»

El regreso de la peste porcina africana (PPA) a España después de 31 años ha desatado el pánico entre los agrarios dedicados al cerdo, cuya actividad es la más relevante en cifras de la ganadería española.

Dos jabalíes hallados muertos el pasado 28 de noviembre en la sierra de Collserola, junto a Sardañola del Vallés, han hecho que la tensión alcance cotas inimaginables en las explotaciones, cuyo mayor temor es que la enfermedad salte de los jabalíes a los cerdos.

Las detecciones solo se han dado por el momento en jabalíes situados dentro del radio de seguridad más estricto, de 6 kilómetros alrededor del primer foco, que según ha informado la Generalitat de Cataluña se habría producido con una probabilidad «alta» por un embutido contaminado ingerido por un jabalí.

La sucesión de acontecimientos evidencia, tal y como advierten desde hace años desde el campo, cómo de perjudicial puede llegar a ser la sobrepoblación de una especie en el ecosistema. Las organizaciones profesionales agrarias y los ganaderos han denunciado con insistencia el perjuicio causado por la invasión de jabalíes, no solo palpable en sus tierras, sino también visible en entornos urbanos.

Los ganaderos aluden al peligro que supone la falta de control de la fauna silvestre y lo identifican como un factor de riesgo elevado, tanto para la propagación de enfermedades zoonóticas –como la brucelosis o la tuberculosis que sí pueden transmitirse a los seres humanos–; como para enfermedades no zoonóticas, como la dermatosis nodular contagiosa, la enfermedad hemorrágica epizoótica o la propia PPA, que sin afectar a la salud humana hace que el miedo domine en las granjas de porcino españolas.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha indicado que las ventas al exterior del sector porcino español alcanzaron en 2024 los 8.783 millones de euros. De esa cantidad, unos 5.100 millones de euros se generaron en los mercados comunitarios –que permanecen abiertos con normalidad, excepto para los productos de las explotaciones localizadas en la zona afectada– y casi 3.700 millones de euros se correspondieron a mercados extracomunitarios.

De los 3.700 millones de euros restantes en terceros países, el 42 % –unos 1.100 millones de euros– se vendieron en el mercado chino, canal en funcionamiento gracias a un acuerdo que reconoce la regionalización; es decir únicamente se bloquean las ventas de las provincias en las que se den focos de PPA (Hasta ahora solo Barcelona). Estas cuentas, basadas en la información proporcionada por el Gobierno, dejan un negocio del porcino español de 2.600 millones de euros a merced de las decisiones de los países compradores.

El principal arma para contener el incremento poblacional de los jabalíes es la caza; sin, embargo, los cazadores lamentan las trabas burocráticas que dificultan su actividad y en consecuencia el control de la fauna salvaje: «Nosotros no costamos dinero, de hecho pagamos y generamos riqueza, no nos dejan cazar gratis», apuntan desde la Real Federación Española de Caza (RFEC) en conversación con El Debate.

Los cazadores apuntan que la demonización de esta herramienta de conservación se demuestra más inútil que nunca que en estos momentos de crisis ante el brote de PPA: «Hay incongruencias muy difíciles de defender, como que comunidades como Asturias y Cantabria, en las que hay exceso de jabalíes, haya cupo de caza del animal».

Según la RFEC, se estima una población de jabalíes cercana a los 2 millones de ejemplares, ocupando el 95 % del territorio español y con una tasa de crecimiento anual entre el 10-15%. Jaume Bernís, responsable de porcino en COAG y representante en Copa-Cogeca, apuntó a la presión ejercida por ecologistas y animalistas «que inciden en restringir, cerrar y prohibir en vez de controlar la fauna salvaje, que ahora ha originado un grandísimo problema».

«Es una pena llegar a un escenario como el actual para que se ponga en valor a la caza. Es evidente que hay que hacer algo para controlar a los jabalíes. Nos comen. Cuanta más densidad hay, más posibilidad de la propagación de enfermedades como la PPA. Los cazadores somos los principales aliados para evitar la expansión de la PPA», destacan en la RFEC, donde reivindican una caza sostenible y regulada para evitar superpoblaciones que incrementen riesgos y daños, asegurar la salud pública y preservar los hábitats.

La lista de países que han suspendido temporalmente las importaciones de porcino español asciende a 34. Entre los destinos que se han cerrado para los ganaderos nacionales destacan mercados especialmente valiosos como Japón, México, Malasia o Taiwán. El posible avance de la enfermedad mantiene en vilo al porcino español. Dos terceras partes de los certificados de exportación de porcino español siguen activos, y unos 2.600 millones de euros están sujetos al incierto avance de la temida PPA, una enfermedad que podría haberse prevenido con un adecuado control de la población de jabalíes.