Sede del CNIO
Testimonio
La «ilusión» vuelve al CNIO tras la destitución de María Blasco: «Esto debió suceder en 2016»
Ni 24 horas después de que María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) fuera destituida al frente de la entidad, el aire que se respira es distinto. La ilusión, la alegría y la calma se han apoderado de uno de los centros oncológicos más prestigiosos en el panorama nacional e internacional. Una ilusión que era repetida hasta la saciedad por varios de los científicos que han atendido a El Debate este jueves.
«Es un alivio, había miedo a represalias si esta persona continuaba en el cargo», comienzan fuentes investigadoras del CNIO. Ahora, con plena libertad, muchos de los científicos se han liberado de los grilletes que les tenían sometidos, dejando claro que «aunque internamente muchos hemos dicho algo, la mayor parte nos hemos callado».
En lo que respecta a la carta que envío la ya exdirectora en el día de ayer, los investigadores señalaban las grandes contradicciones del texto. Blasco afirmó en su despedida que «en la vida hay que saber marcharse». Unas palabras que llegaban a las pocas horas de que volviera a negarse a dimitir. «Fue y es un delirio absoluto», matizan.
«Ha habido una oposición frontal desde el principio. Hemos tragado. A uno no le apetece que le echen en un sitio que, por muchas críticas que tenga últimamente, es uno de los mejores sitios de España», detallan a El Debate.
En lo que respecto a la figura del gerente del centro, Juan Arroyo, su destitución no ha sido tan celebrada por el equipo científico: «Creemos que Arroyo ha hecho una labor muy buena. En términos de respeto y consenso, nada que ver con María Blasco».
La gran duda que surge ahora es el papel que realizará el bioquímico madrileño Fernando Peláez, quien era elegido como director interino de la institución mientras tiene lugar la sucesión de Blasco.
«Desde un punto de vista operativo, que sea Peláez el director científico interino es una buena noticia. Es un tipo que tiene saber estar, sabe escuchar. Haber descabezado a los dos lo veo complicado en plan de agilizar cosas», destacan.
Ahora, la gran preocupación que surge es cómo será el relevo de Blasco al frente de la entidad. Más teniendo en cuenta que su incorporación al CNIO llegó tras más de un año y medio de incesante búsqueda que acabó con la elección de la bióloga. Una contratación que salpica ahora al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo bajo mandato se aprobó la elección de Blasco.
«Lo más triste de toda la historia de María es que esto se tenía que haber producido cuando terminó sus primeros cinco años, en 2016. Esto le ha dado más alas a su egocentrismo y a su narcisismo, le ha dado alas», sentencian.