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Vista panorámica del pequeño Puerto de Sanitja

Vista panorámica del pequeño Puerto de SanitjaiStock

Ciencia

Un equipo científico regresa a Menorca 40 años después para medir el daño de unas cabras que nadie debió soltar

La introducción de especies no autóctonas ha sido históricamente una de las principales causas de extinción en islas de todo el mundo

España se ha caracterizado por ser uno de los países con mayor biodiversidad en todo el planeta. Actualmente, nuestro país alberga una gran cantidad de especies animales, tanto terrestres como marinas. En concreto, solo en la Península Ibérica hay alrededor de 60.000 a 70.000 especies animales, incluyendo vertebrados e invertebrados.

Por su parte, la biodiversidad insular es más diversa y frágil. Las especies que habitan en nuestras islas se encuentran en una posición menos ventajosa, al estar aisladas durante miles de años. Por ello, cualquier cambio brusco en su entorno puede derivar, incluso, en su extinción. En Menorca, esta fragilidad se ha puesto de manifiesto con un problema que ha desencadenado un importante conflicto ecológico.

En concreto, los investigadores se fijaron en la isla de Sanitja, la zona más septentrional de las Islas Baleares. Este islote, de menos de 10 hectáreas, fue el escenario ideal para la introducción y proliferación de cabras asilvestradas. Las cabras fueron introducidas de manera intencionada hace 40 años por personas que buscaban aprovechar estos islotes como espacios de pasto o incluso con fines turísticos y estéticos.

Isla de Sanitja vista desde el cabo de Cavallería

Isla de Sanitja vista desde el cabo de CavalleríaWikipedia

Sin embargo, esta acción ha provocado una grave alteración en el equilibrio ecológico de la zona. Las cabras, al consumir gran parte de la vegetación de este ecosistema, han acabado teniendo un impacto negativo en las lagartijas del género Podarcis lilfordi. Se trata de una especie endémica vulnerable que depende de ese entorno vegetal tanto para refugiarse como para alimentarse.

Estas conclusiones han sido compartidas en un reciente estudio, publicado en la revista European Journal of Wildlife Research y en Nature. En los islotes donde hay cabras, las poblaciones de lagartijas han desaparecido o se han reducido drásticamente. Bajo el título Efectos de la introducción de un herbívoro en un lagarto en peligro de extinción, la investigación destaca cómo la pérdida de cobertura vegetal no solo deja a las lagartijas expuestas a depredadores y al sol extremo, sino que también altera la disponibilidad de insectos, que constituyen su dieta principal. Por ello, la especie tuvo que ampliar su alimentación.

Efectos de la introducción de un herbívoro en un lagarto en peligro de extinción

Efectos de la introducción de un herbívoro en un lagarto en peligro de extinciónNature

«En la isla de Sanitja, observamos el único caso de una población de P. lilfordi en la que la tendencia de la serie temporal de abundancia fue significativamente negativa. El único factor con un efecto detectable sobre la población fue la presencia de cabras. La introducción de cabras provocó el empobrecimiento de los recursos tróficos para las lagartijas y el cambio a una dieta más diversificada, con un consumo significativamente menor de materia vegetal», destaca el estudio.

Lo más preocupante es que estas lagartijas son prácticamente únicas en todo el mundo. Su desaparición supondría una pérdida irreversible del patrimonio balear. A diferencia de otras especies, las Podarcis lilfordi menorquinas no se encuentran en ningún otro lugar, y su evolución ha sido moldeada durante milenios por el aislamiento geográfico.

Serie temporal de abundancia poblacional (individuos/hectárea) de Podarcis lilfordi en la isla de Sanitja

Serie temporal de abundancia poblacional (individuos/hectárea) de Podarcis lilfordi en la isla de SanitjaNature

El caso de Menorca es el último ejemplo de cómo las intervenciones humanas en la naturaleza pueden tener consecuencias totalmente desastrosas para el hábitat y para la biodiversidad.

La introducción de especies no autóctonas ha sido históricamente una de las principales causas de extinción en islas de todo el mundo. Numerosas extinciones de aves, reptiles, mamíferos y otras especies han sido atribuidas a la introducción de roedores, gatos, cerdos, ratas, cabras y otras especies exóticas en islas alrededor del mundo. Una pérdida que hoy se está repitiendo en nuestra propia fauna.

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