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Ilustración de un tardígrado, también conocido como oso de agua

Tardígrado, también conocido como oso de aguaEye of Science

Ciencia

El secreto detrás de la inmortalidad del «oso de agua», uno de los animales más indestructibles

  • Se trata de un animal diminuto y alargado con ocho patas y cuyo tamaño no supera el milímetro de largo

  • Su nombre se debe a su aspecto y forma de moverse, que recuerdan a un oso perezoso

En la basta inmensidad de nuestro planeta existen animales que son sorprendentemente resistentes a condiciones extremas, pudiendo sobrevivir a situaciones que serían imposibles para la gran mayoría de las criaturas. El ejemplo más conocido es el tardígrado –también llamado «oso de agua»–, una de las especies más indestructibles del planeta, hasta el punto de ser considerada como inmortal.

De hecho, esta animal puede sobrevivir hasta 30 años sin alimentos ni agua y soportando condiciones extremas, incluyendo temperaturas de hasta 100 grados centígrados y tan frías como menos 273 grados.

Su gran capacidad de adaptación a cualquier entorno no está directamente relacionada con su tamaño. Se trata de un animal diminuto y alargado de ocho patas y de no más de un milímetro de largo. Su nombre se debe a su aspecto y forma de moverse, que recuerdan a un oso perezoso.

A lo largo de la historia, muchas han sido las investigaciones destinadas a resolver la duda de su increíble resistencia. En los últimos años, científicos japoneses aportaron nuevas pistas sobre porqué los tardígrados pueden vivir en condiciones mortales habitualmente para los seres vivos. En concreto, el equipo de la Universidad de Tokio descubrió una nueva proteína del tardígrado que puede explicar su increíble resistencia.

Imagen de un tardígrado, también conocido como oso de agua

Imagen de un tardígrado, también conocido como oso de aguaEuropa Press

Se decodificó, con alta precisión, el genoma completo del tardígrado conocido como Ramazzottius varieornatus que se sabe que sobrevive a la exposición a altas dosis de radiación. Usando este genoma completo, se encontraron con una nueva proteína –denominada Dsup– que protege al ADN cuando es irradiado. De hecho, las células cultivadas con esta proteína eran capaces de reproducirse incluso después de exponerlas a rayos X, a diferencia de las células humanas analizadas.

De igual manera, otra de las características de estos diminutos animales es que pueden ser capaces de soportar un estado de congelación sin envejecer. Como si de la Bella Durmiente se tratara, los tardígrados han logrado adaptarse perfectamente a las condiciones ambientales que cambian rápidamente a lo largo de la evolución y pueden secarse en condiciones de calor extremo y congelarse en condiciones de frío.

Vista microscópica del oso de agua

Vista microscópica del oso de aguaUniversidad de Stuttgart

«No mueren, caen en un sueño profundo. Durante los períodos de inactividad, el reloj interno se detiene y solo vuelve a funcionar una vez que el organismo se reactiva. Entonces, los tardígrados, que generalmente solo viven unos pocos meses sin períodos de descanso, pueden vivir muchos años o incluso décadas», explicaron investigadores del Instituto de Biomateriales y Sistemas Biomoleculares de la Universidad de Stuttgart.

La especie que 'enterrará' a los humanos

Dada su alta capacidad para aguantar condiciones inhumanas, está previsto que el final del oso de agua sea mucho más duradero que el de la raza humana. Tal como detalló una investigación de las universidades de Oxford y Harvard, estas diminutas criaturas sobrevivirían al riesgo de extinción de todas las catástrofes astrofísicas hasta alcanzar una esperanza de supervivencia de 10.000 millones de años, mucho más que el ser humano.

Este estudio sugiere que la vida en la Tierra en general, se extenderá mientras el Sol sigue brillando. También revela que una vez que la vida emerge, es sorprendentemente resistente y difícil de destruir, abriendo la posibilidad de la vida en otros planetas.

«Los tardígrados están cerca de lo indestructible en la Tierra, pero es posible que haya otros ejemplos de especies resilientes en otras partes del universo. En este contexto, hay un caso real para buscar la vida en Marte y en otras áreas del sistema solar. En general, si los tardígrados son las especies más resistentes de la Tierra, ¿quién sabe qué más hay ahí fuera? », expuso Rafael Alves Batista, coautor y asociado de investigación post-doctoral en el Departamento de Física de la Universidad de Oxford.

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