El rover Mars Perseverance de la NASA, en el cráter Jezero
Ciencia
La curiosa reacción de una roca marciana tras entrar en contacto con el Perseverance de la NASA: «Era extraña»
El equipo científico busca penetrar bajo la superficie erosionada y polvorienta de las rocas marcianas para observar detalles importantes sobre su composición e historia
aunque han pasado ya 60 años desde que se realizó la primera interacción significativa con Marte, el planeta rojo continúa siendo un gran misterio. Tenemos que retroceder a 1965, año en el que la sonda Mariner 4 de la NASA sobrevoló de manera exitosa el planeta marciano. Desde aquel lejano año, la gran obsesión de las principales agencias ha estado centrada en conocer más exhaustivamente a nuestro vecino de cara a su posible colonización en el futuro.
Fruto de este objetivo nació la misión Perseverance de la NASA, que culminó con la llegada del rover en febrero de 2021. Desde esa fecha, el vehículo se ha centrado en la búsqueda de signos de vida microbiana antigua, así como la recolección de muestras de rocas para futuras misiones de regreso a la Tierra. De hecho, una de estas rocas habría captado la atención de los expertos dada su rareza.
El pasado 3 de junio, el rover Perseverance trituró una porción de una roca. Apodada «Kenmore», se trataba de la trigésima roca marciana que el Perseverance sometió a un escrutinio tan exhaustivo. Para ello, perforó una zona de abrasión de cinco centímetros de ancho, revelando los curiosos detalles de la piedra.
«Kenmore era una roca extraña y poco cooperativa», destacó Ken Farley, científico adjunto del proyecto Perseverance, de Caltech en Pasadena, California. Tal como señaló el experto, aunque inicialmente la roca «se veía bien para tomar una muestra», durante la perforación vibró por todas partes y se desprendieron pequeños fragmentos.
Antes de perforar el afloramiento rocoso apodado «Kenmore», como se ve aquí, Perseverance erosionó la roca para determinar si era adecuada para la perforación. Las ocho imágenes que componen este video se tomaron con aproximadamente un minuto de diferencia
Con este tipo de experimentos, el equipo científico busca penetrar bajo la superficie de las distintas rocas marcianas, con el objetivo de conocer su composición e historia.
Así funciona el análisis de rocas en Marte
Para realizar las distintas averiguaciones sobre los distintos fragmentos rocosos, varios de los rovers de exploración de Marte de la NASA –como el Spirit y el Opportunity– llevan una amoladora (o afiladora) con punta de polvo de diamante llamada Rock Abrasion Tool (RAT) que gira a 3.000 revoluciones por minuto a medida que el brazo robótico del rover la empujaba más profundamente en la roca. Posteriormente, dos cepillos de alambre se encargan de barrer los escombros resultantes.
Tras haber recopilado los datos, el sensor de imágenes WATSON (Sensor Topográfico Gran Angular para Operaciones e Ingeniería) del rover se aproxima para obtener fotografías de cerca.
Marcas generadas por las herramientas del Perseverance sobre la superficie de «Kenmore»
Posteriormente, la SuperCam emite miles de pulsos individuales con su láser y emplea un espectrómetro diferente para analizar la luz visible e infrarroja que rebota en los materiales de la zona erosionada.
«SuperCam realizó observaciones en la zona de abrasión y en los relaves en polvo junto a ella. Los relaves nos mostraron que esta roca contiene minerales arcillosos, que contienen agua en forma de moléculas de hidróxido unidas con hierro y magnesio, algo relativamente típico de los antiguos minerales arcillosos de Marte. Los espectros de abrasión nos proporcionaron la composición química de la roca, mostrando mejoras en hierro y magnesio», declaró Cathy Quantin-Nataf, miembro del equipo de SuperCam.
Una vez finalizada la recopilación de datos de «Kenmore», el rover ha proseguido su camino, dirigiéndose a nuevos territorios con el objetivo de explorar las distintas rocas situados a lo largo del borde del cráter Jezero.