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El presidente estadounidense Donald J. Trump (c), tras firmar el Acta de Autorización de Transición de la NASA en el despacho Oval de la Casa Blanca en Washington DC, Estados Unidos, el 21 de marzo de 2017

El presidente estadounidense Donald J. Trump, tras firmar el Acta de Autorización de Transición de la NASAEFE

Ciencia

El divorcio Trump-NASA: cómo se rompió una relación clave para el futuro espacial de EE.UU.

Los recortes de la Administración Trump, unido a los continuos roces con Elon Musk ha generado un tenso enfrentamiento con la agencia estadounidense

El 21 de marzo de 2017 tuvo lugar uno de los acercamientos más recordados entre un Gobierno y la exploración espacial. Aquel lejano martes, un recién estrenado en la presidencia Donald Trump firmó una ley que otorgó 19.500 millones de dólares de financiación a la NASA. ¿El objetivo? Ayudar a enviar humanos a Martes de cara a la década de 2030.

Más de ocho años han pasado de aquel momento, en el que un «encantado» Donald Trump buscaba reafirmar el «compromiso nacional con la misión central de la NASA». De acuerdo con Trump, esta nueva ley es también para respaldar empleos de ingenieros y científicos, entre otros, al igual que para proporcionar vigilancia y tratamiento médico a los «heroicos astronautas» por condiciones de salud derivadas de su servicio.

Desde este histórico momento para la exploración espacial del país norteamericano, la relación entre la agencia estadounidense y el mandatario ha dado un giro de 180 grados, hasta tal punto de encontrarse en el momento más tenso de las dos legislaturas.

El presidente estadounidense Donald J. Trump (c), antes de firmar el Acta de Autorización de Transición de la NASA en el despacho Oval de la Casa Blanca en Washington DC, Estados Unidos, el 21 de marzo de 2017

El presidente estadounidense Donald J. TrumpEFE

Tenemos que retroceder 48 horas. Este mismo lunes, cerca de 300 trabajadores de la NASA criticaban la situación que vive actualmente la agencia espacial. A través de una carta, publicada este lunes, los trabajadores han cargado contra la política de recortes impuesta por el Ejecutivo estadounidense. Dicha misiva llega al poco tiempo de que Trump propusiera un recorte de 6.000 millones de dólares para el presupuesto anual de la NASA de cara al 2026. Es decir, una diminución de casi un 25 %.

«Los cambios programáticos importantes en la NASA deben implementarse estratégicamente para gestionar los riesgos con cuidado. Sin embargo, en los últimos seis meses hemos presenciado cambios rápidos y derrochadores que han socavado nuestra misión y han tenido consecuencias catastróficas para el personal de la NASA», dice la carta.

Los firmantes de la denominada 'Declaración Voyager' –en honor de las dos sondas que actualmente exploran el espacio interestelar– discreparon con estos y otros puntos, entre los que se incluyen «el cierre de misiones para las que el Congreso ha asignado fondos» o «la cancelación de la participación de la NASA en misiones internacionales».

A esto hay que sumar que la directora del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, la doctora Makenzie Lystrup, anunciaba su dimisión a las pocas horas: «Como ya he dicho, no estamos en un sprint ni en un maratón; es una carrera de relevos en la que cada uno recibe un testigo y, después de correr, se lo pasamos a otro. Gracias. Ha sido un privilegio correr parte de ella junto a ustedes. Y aunque creo que ya es hora de que alguien más guíe el Centro, creo firmemente en Goddard y su misión, y apoyaré la siguiente etapa desde la tribuna».

Elon Musk, protagonista

La actual crisis que viven el presidente de EE.UU. y su agencia no se entendería sin Elon Musk. Los continuos mensajes entre el presidente y el que llegara a ser –durante unos meses– su jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental tuvo un efecto casi devastador para la NASA, que estuvo a punto de suspender parte de sus operaciones debido a su dependencia a SpaceX.

Donald Trump y Elon Musk ahora son rivales políticos

Donald Trump y Elon MuskEFE

Sin ir más lejos, actualmente SpaceX es la única empresa espacial estadounidense que transporta regularmente astronautas hasta y desde la Estación Espacial Internacional. En 2022, la NASA adjudicó a ésta cinco vuelos tripulados más a la estación espacial, lo que elevó el contrato a casi 5.000 millones de dólares.

Por lo tanto, la tensión que se vivió entre Trump y Musk hace escasas semanas pudo haber derivado en un retroceso realmente considerable en lo que a materia espacial se refiere. Este escenario, aunque de momento improbable, podría tener una serie de efectos secundarios y un ganador inesperado: Rusia.

Una tensión que, de igual manera, se cobró una víctima colateral: Jared Isaacman. A pesar de que el empresario era el gran favorito para hacerse cargo de la NASA, la lucha de egos entre Musk y Trump acabó dilapidando las opciones de Isaacman, cuyo puesto fue ocupado finalmente por el que exsecretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy.

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