Ilustración de una tormenta de arena
Ciencia
La NASA, desconcertada ante la existencia de un planeta en el que solo llueve arena
En concreto tenemos que situarnos en el sistema YSES, situado en la constelación de Musca, cuya estrella más brillante se encuentra a 306 años luz de distancia del sistema solar
Desde que existen registros, nuestro planeta ha identificado una única forma de lluvia, compuesta de moléculas de agua –representadas como H2O–, las cuáles son el componente fundamental de las gotas que caen. Estas moléculas se agrupan para formar las gotas de lluvia, y su comportamiento, como su capacidad para mojar superficies, se debe a las interacciones entre estas moléculas, incluyendo los puentes de hidrógeno.
Sin embargo, en el resto de planetas conocidos no se sigue el mismo procedimiento. Por ejemplo, en Venus llueve ácido sulfúrico mientas que en Titán –una de las lunas de Saturno– llueve metano líquido. De igual manera, se cree que en Neptuno y Urano podrían llover diamantes como consecuencia a las altas presiones y temperaturas que se registran en estos planetas.
En este contexto, un nuevo estudio publicado en la revista Nature habría revelado cómo las nubes de silicato registradas en dos exoplanetas produciría lluvias de arena. Tal como detalla la investigación, gracias al telescopio espacial James Webb de la NASA los investigadores pudieron encontrar observaciones directas de nubes de silicato en la atmósfera de uno de los exoplanetas, dando nuevos pistas sobre cómo llegan a formarse los distintos planetas. En concreto tenemos que situarnos en el sistema YSES, situado en la constelación de Musca, cuya estrella más brillante se encuentra a 306 años luz de distancia del sistema solar.
¿Cómo se forma la lluvia de arena?
En lo que respecta a los dos exoplanetas, YSES-1b y YSES-1c, son considerados dos de los astros más jóvenes registrados en esta zona de la Vía Láctea, con menos de 17 millones de años de historia. Lo que ha llamado la atención de la NASA es cómo las nubes del segundo exoplaneta están formadas por partículas de sílice, las cuáles se encuentran suspendidas en la atmósfera. ¿Cómo es posible? Con un proceso similar a la evaporación y condensación del agua en nuestro planeta. En este caso, se conoce como sublimación, una técnica mediante la cuál una sustancia o material pasa de estado sólido a gaseoso directamente.
Conocida como arena silícea, está compuesta principalmente por dióxido de silicio (SiO2). En términos más sencillos, está formada por un átomo de silicio y dos átomos de oxígeno, creando una molécula muy estable. Esta composición es la que le da a la arena silícea sus propiedades características, como su resistencia y su capacidad para ser utilizada en diversas aplicaciones.
«Observar en las atmósferas de planetas extrasolares a las nubes de silicato, que son esencialmente nubes de arena, ayuda a comprender mejor cómo funcionan los procesos atmosféricos y cómo se forman los planetas, un tema que aún se debate debido a la falta de consenso sobre los diferentes modelos», detalló Valentina D'Orazi, miembro del equipo del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF).
Impresión artística de WASP-107b y su estrella madre
El ejemplo del sistema YSES no es único en el universo. Ya en 2023 la NASA comunicó que el James Webb encontró un planeta gaseoso donde caen gotas de arena en forma de lluvia. En este caso, se trata del planeta Wasp-107b que se encuentra a 200 años luz de distancia. Este planeta, con una masa similar a Júpiter, experimenta un proceso similar a los exoplanetas mencionados anteriormente, lo que abre nuevos escenarios de cómo funcionan los distintos planetas que componen nuestra inmensa galaxia.