Ilustración del Planeta 9
Ciencia
Nuevas evidencias sobre la existencia del Planeta Y, un astro oculto en las profundidades del sistema solar
Este astro sería un mundo rocoso con un tamaño similar al de Mercurio, encontrándose a una distancia de entre 100 y 200 veces la distancia Tierra-Sol
Desde el año 2006, año en el que Plutón dejó de ser considerado un planeta por la Unión Astronómica Internacional, nuestro sistema solar ha estado huérfano de ese noveno planeta. Hasta la fecha, la estructura espacial en la que reside nuestro planeta está conformado por un diámetro de más de un billón de kilómetros, siendo el hogar de miles de objetos y astros celestes.
Uno de ellos llamó la atención de las principales agencias espaciales durante años. Conocido como Planeta Nueve, este inmenso planeta –con una masa de aproximadamente 5 a 10 veces la de la Tierra– orbitaría entre 400 y 800 veces más lejos del Sol que nuestro planeta. A una distancia tan enorme, sería increíblemente tenue y casi imposible de detectar con telescopios tradicionales que se basan en la detección de la luz solar reflejada.
La hipótesis sobre el noveno planeta del sistema solar no es realmente nueva. En el año 2016 los astrónomos Konstantin Batygin y Mike Brown propusieron esta hipótesis, sugiriendo que este planeta tendría una órbita muy elíptica y estaría mucho más allá de Neptuno. A pesar de la ausencia de detección directa, las simulaciones y la evidencia indirecta sobre las órbitas de objetos transneptunianos siguen apoyando la posibilidad de su existencia.
Sin embargo, a pesar del avance que podría suponer, en el verano de este año un nuevo estudio publicado en Nature puso en entredicho la existencia de este supuesto mundo helado situado en los confines del sistema solar.
Representación del hipotético noveno planeta del sistema solar
Y es aquí donde entraría en juego un nuevo protagonista espacial. Un equipo de astrónomos de la Universidad de Princeton –liderado por el astrofísico Amir Siraj– habría señalado la posible existencia de un planeta en el borde del sistema solar. Este supuesto planeta, escondido en la lejanía de nuestro hogar, habría sido nombrado en primera instancia como Planeta Y.
En concreto, las observaciones del equipo científico –publicadas en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society– se realizaron en una zona del Cinturón de Kuiper, región en la que notaron la presencia de medio centenar de objetos que tenían unas órbitas realmente inusuales.
«Fue una gran sorpresa descubrir que, más allá de unas 80 veces la distancia Tierra-Sol, el sistema solar de repente parece estar inclinado unos 15 grados, y esto es lo que dio origen a la hipótesis del Planeta Y. Empezamos a buscar explicaciones distintas a la de un planeta que pudieran explicar la inclinación, pero descubrimos que realmente se necesita un planeta allí, porque si esto fuera una característica de la formación del sistema solar, o si se debiera a la trayectoria de una estrella, la deformación ya habría desaparecido», explicó recientemente Siraj a la CNN.
A diferencia del Planeta 9 –también bautizado como Planeta X–, este último astro sería un mundo rocoso con un tamaño similar al de Mercurio. De igual manera, a diferencia de su homólogo anterior, se encontraría a una distancia mucho más cercana –entre 100 y 200 veces la distancia Tierra-Sol–. Independientemente de la posible existencia del Planeta Y, esta teoría no invalidaría la hipótesis del Planeta X, lo que podría incrementar el número de planetas de nuestro sistema hasta los diez.
A la espera de conocer más detalles sobre ambos astros, cobra especial protagonismo el Observatorio Vera C. Rubin –recién inaugurado en Chile–, estructura que podría acabar resolviendo el misterio en los próximos años.