Imagen de uno de los túneles del Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC), situado a casi un kilómetro de profundidad
Ciencia
El megaexperimento que une Huesca con Japón y que se encuentra a casi un kilómetro bajo tierra
La ubicación privilegiada y las instalaciones de última generación posicionan al Laboratorio Subterráneo de Canfranc como una de las mejores infraestructuras en lo que a experimentos de física de muy baja señal se refiere
En los últimos años, España ha predominado por ser una de las principales potencias en lo que al estudio del origen del universo se refiere. Sin ir más lejos, nuestro país cuenta con varios de los centros más punteros dedicados a estudiar la formación del universo, la materia y la antimateria, participando tanto en experimentos internacionales como desarrollando proyectos propios.
Por ejemplo, el Instituto de Física Corpuscular de Valencia (IFIC) es uno de los más destacados, trabajando en física de partículas y astropartículas, así como contribuyendo al desarrollo de detectores y análisis de datos en experimentos como ATLAS en el CERN.
De igual manera, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) también ha destacado por ser referente en física de partículas y aceleradores, desarrollando tecnologías de detección y participando en distintas investigaciones relacionadas con antimateria y materia oscura. Por su parte, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) lidera proyectos de cosmología con el Gran Telescopio Canarias (GTC), estudiando la evolución de galaxias y estructuras cósmicas.
Junto a ellos, uno de los centros más escondidos de todo el panorama nacional habría protagonizado uno de los proyectos más llamativos de este último lustro. Tenemos que situarnos en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC), en Huesca. Este centro, situado a más de 850 metros de profundidad bajo la Montaña del Tobazo, se ha convertido en un símbolo de la creciente relevancia científica de España en el panorama internacional.
Sede del Laboratorio Subterráneo de Canfranc
Desde las primeras instalaciones experimentales en los años 80 hasta su inauguración oficial en 2010, este laboratorio ha crecido en tamaño, capacidades y ambición. Su ubicación privilegiada –bajo cientos de metros de roca– y sus instalaciones de última generación han permitido que España se posicione como uno de los países europeos con mejor infraestructura para experimentos de física de muy baja señal.
Esto, sumado a la importante inversión estatal y autonómica y a la participación en programas europeos, ha reforzado aún más este liderazgo, atrayendo talento internacional y generando infraestructura industrial asociada.
Proyectos que estudian el origen del universo
A esta base se suma la creciente integración del laboratorio en varios proyectos con algunas de las potencias científicas por excelencia, culminando con su participación en el experimento japonés Hyper-Kamiokande –cuyo inicio está previsto para 2028–, uno de los proyectos de física de neutrinos más importantes del mundo. Esta cooperación no solo posiciona a nuestro país como un socio científico de primer nivel, sino que también amplifica su influencia en decisiones estratégicas internacionales.
Proyecto NEXT del Laboratorio Subterráneo de Canfranc (Huesca)
Sin ir más lejos, esta colaboración española-japonesa protagonizaba un nuevo avance en los últimos meses. A finales de julio se daba un paso más en la excavación de la colosal caverna que albergará el detector principal del proyecto –el detector Cherenkov de agua ultra-pura que se está construyendo actualmente en territorio japonés–, el cuál se utilizará para estudiar oscilaciones de neutrinos, desintegración de protones y fenómenos astrofísicos como neutrinos de supernovas.
Asimismo, otro de los ejes centrales del laboratorio radica en el proyecto NEXT –también con colaboración internacional–, destinado a la detección de la desintegración doble beta sin neutrinos. Sin ir más lejos, este fenómeno podría dar pistas sobre la naturaleza de la neutrino y la asimetría materia-antimateria.