La miniserie de HBO Max adapta, en seis capítulos de una hora de duración cada uno, el libro del mismo título escrito por el historiador Ben Macintyre sobre el SAS, la unidad de fuerzas especiales de Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial. Dominic West (The Wire) y Jack O’Connell (Invencible) son algunos de los actores de Los hombres del S.A.S, la serie desarrollada por Steven Knight, creador de Peaky Blinders.
Traición (Netflix)
No se puede decir que el título de la nueva serie de Netflix lleve a engaño. En esta producción de espionaje y suspense que se aparta de los caminos convencionales hay justo eso, traiciones, pero también conexiones para cumplir con los objetivos de sus personajes. Charlie Cox, Olga Kurylenko, Ciarán Hinds y Oona Chaplin forman parte de esta serie sobre un agente formado en el MI6, Adam Lawrence (Charlie Cox), su esposa Maddy (Oona Chaplin) y Kara (Olga Kurylenko), una espía rusa que se presenta con aviesas intenciones.
Showtrial (Movistar+)
Talitha Campbell, el personaje principal de Showtrial interpretado por la actriz Celine Buckens, una arrogante chica acusada del asesinato de una compañera de clase. El caso conmociona a la opinión pública y se convierte en un circo mediático lleno de intereses. La abogada Cleo Roberts se ocupa de la defensa de Talitha, que tiene encima a la fiscalía y a la detective de policía Paula Cassidy. Cinco episodios componen este thriller policiaco de los productores de Line of Duty y Vigil: conspiración nuclear, dos buenos referentes, pero a los que no supera.
Memoria de un crimen (Amazon Prime Video)
Sin grandes artificios (ni elevado presupuesto), esta miniserie checa de seis episodios presenta la historia de un ingeniero que, cansado de su trabajo, ingresa en el cuerpo de policía. Allí descubrirá que sus superiores esconden trapos sucios, manchados por la corrupción, en un entramado que alcanza también a la justicia. Aunque de eso, de justicia, haya más bien poco en la condena sin pruebas contra el propio protagonista.
El crepúsculo (Disney+)
El pasado que comparten Molly McGee y Alex O’Connell, la detective y el policía de la serie El crepúsculo, es trágico. Igual que el presente, cuando deben investigar el asesinato de una mujer en un extraño lugar de la isla de Tasmania que parece estar relacionado con un crimen cometido 20 años atrás y que se quedó sin resolver.