Carme Elías, durante la entrevista con Carlos del Amor
La matemática del espejo
Carme Elías, actriz con alzhéimer: «Es vivir en una tierra que se mueve»
«Tengo alarmas para todo», cuenta la intérprete, que considera fundamental el apoyo de la familia
«Mi amigo Al». Así se refiere al alzhéimer. ¿Por qué amigo? «Porque tener enemigos no es bueno según en qué etapas de vida. Si convivo con él, ¿para qué le voy a llamar enemigo? Convivo con él de una manera amigable. He querido hacerlo mi amigo porque no quiero pelearme con él. Porque no tengo ningún medio para pelear con él» Ella, Carme Elías (72 años), lo sufre. Y lo ha contado en un libro: Cuando ya no sea yo. «No fue fácil la decisión de hacerlo público. Estuve dudando muchísimo. Lo que sucede es que alentada por mi familia y amigos cercanos, podría ser para mí una misión hacerlo público y explicar lo inexplicable de la enfermedad».
Así empezó. «La actriz llevaba mucho tiempo sufriendo. Llevaba mucho tiempo que no sabía qué le pasaba. Que si la edad, me estoy haciendo mayor… Llegaba a un rodaje y después de la palabra 'acción' yo estaba temblando, con miedo escénico». De ahí que sintiese cierto alivio inmediato, «liberación» cuando llegó el diagnóstico definitivo: «A mí me estaban pasando cosas rarísimas, y estuve sufriendo mucho mucho tiempo porque nadie me diagnosticaba nada. Nada grave, quiero. Parecía que sufría pánico escénico. Esto es muy duro, porque cuando se dice acción tú tienes que estar ahí y hacerlo». «Así que cuando me lo diagnosticaron fue decir: 'Vale, no estoy loca'. Aunque inmediatamente dices: 'Acabaré estándolo'».
Su estado actual
¿Cómo va por ahora?: «Estoy bien, resistiendo». «Hay una cosa muy perversa que sabes que todos los días cuanto te levantes está contigo, y todos los días cuando te levantas está contigo. Y todos los días te preguntas: ‘¿Dónde estaré hoy?’» «Es tan perversamente sutil, es tan duro que no tengo palabras para contarlo». Pero vaya si tiene palabras: «Es vivir en una tierra que se mueve, y tú estás ahí. Hasta que esto vaya avanzando. Soy consciente de cómo va avanzando, todavía».
Carme Elías y Carlos del Amor, durante la entrevista
«Todavía me doy cuenta de que me doy cuenta», apunta. Reconoce que debido a la enfermedad se ha autolimitado. «He reducido mi vida a una casa, a mi casa. Aunque estoy haciendo de casa y aún soy capaz de ir al mercado». Ha ordenado sus fotos, ha ordenado sus libros. Mantiene el humor: «Tengo un Goya, tengo un Gaudí y tengo un alzhéimer». Pero hay, claro, lagunas: «Tengo alarmas para todo». Los suyos están siempre detrás: «Es muy duro para ellos ver cómo un ser querido se va fundiendo en la nada. Estar acompañada de la familia es lo mejor que a uno le puede pasar. Y es lo que deseo a todos los que estén en mi situación. Porque si no, debe ser terrible». Su ejemplo de superación es su hermano mayor, que a los tres años tuvo polio; desde esa edad se sometió a todo tipo de tratamientos, pero logró acabar una carrera y tuvo una hija: «Cuando me pongo triste pienso en él».
«Al futuro le pido que tengo piedad de mí. Espero la muerte digna. Que cuando yo ya no esté, 'adiós y muchas gracias por todo'. Lo que sí hago es agradecer mucho lo que la vida me ha dado. Yo venía de un ambiente donde ser actriz era impensable. Y estoy aquí porque soy actriz y lo puedo contar y me siento portavoz de los que no pueden contarlo».
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