
Rosa canta en el polígono de Almanjáyar para los que fueron sus vecinos
El camino a casa
Las tres mentiras que Rosa López contó para entrar en 'Operación Triunfo'
La granadina ocultó sus modestos orígenes cuando se presentó al casting. Ahora al fin los airea
Trataba de ocultar su origen, justo lo contrario de lo que hace en El camino a casa. En el programa de Albert Espinosa vemos el piso de protección oficial en el que creció («todo lo que tengo lo he pedido desde esa ventana», dice, recordando cuando era adolescente y soñaba en alto). Revela que su abuelo, por parte de madre, es «de raza, gitano». Habla sin complejos. De su sobrino con Asperger, al que adora hasta tal punto que cuando estaba soltera llegó a plantearse ir a una asociación que ayuda a personas con ese trastorno para conocer una persona así de la que poder enamorarse. Es Rosa López, Rosa de España, y no tiene nada que ocultar.
Natural ha sido siempre y lo sigue siendo. Resulta tierno cuando habla de Enrique, el hijo de la portera del que se enamoró de niña. Al que le escribió una carta. Por el que fue a la clase de gimnasia del colegio embutida en una faja de su madre, que cree que él acabó viendo aunque no dijo nada. Por el que aguantó los gases durante una excursión en fin de curso: «Una semana sin tirarme un pedo», desveló entre risas. La vemos llorar cuando recuerda al que fue su tutor en ese colegio, Antonio Jesús: «Se preocupaba mucho por mí… Como era tan mala estudiante. Notaba que, cuando me explicaba, me explicaba solo a mí».
Sus vecinos, con los que se cruza, recuerdan que por entonces no cantaba. Eso fue ya en la adolescencia: «A los 13, con mi tío Hernán, en el restaurante La Aurora, me quité la vergüenza». Ahí cantaba por Whitney Houston, como hizo en el primer casting de Operación Triunfo.
El concierto que debía
Mintió para llegar ahí. En la carta que envió al programa contó que era de Armilla, cuando en realidad era de un sitio mucho más modesto, el polígono de Almanjáyar. Que hablaba inglés. Que tocaba el piano. «Todo era como muy idílico». Todo era mentira.Pero coló. Y ganó Operación Triunfo. Y fue a Eurovisión. Y, en medio del éxito, prometió volver a Almanjáyar a actuar. Lo hizo, al fin, en 2023, en El camino a casa, que le organizó un pequeño concierto en una plaza. «Bienvenida a tu barrio», le gritan. Y ella llora, y canta como si se hubiese quitado un enorme peso moral de encima. Quería que España supiese de dónde venía. Quería que España supiese al fin la verdad.