Dibujos de Melvin y E.T.
‘Cuarto Milenio’
El español que murió pensando que era el creador de E.T.
El dibujante Joaquín Blázquez falleció dos años después de su reclamación a Spielberg hundido en la depresión y el alcoholismo
«Yo he acabado obsesionado con esta historia», admitió Iker Jiménez al inicio de la última entrega de Cuarto Milenio. Es la historia de Joaquín Blázquez, un dibujante de cómic español que creyó haber creado a E.T. pero no recibió el reconocimiento de dicha autoría. El reportaje, contó Jiménez, se originó con un correo electrónico en su buzón: «Iker, ¿conoce usted la historia de Melvin?».
En 1982, leyendo La Vanguardia, Blázquez se enteró de la existencia de de E.T., el extraterrestre. La figura le resultaba muy familiar. Rebuscó entre sus viejos archivos y, eureka, encontró a Melvin, una creación propia protagonista de una historieta titulada «Then one foggy Christmas Eve», publicada en marzo de 1976 en la revista californiana Vampirella (la versión española llegó al año siguiente). El personaje era un alienígena asesino que se hacía pasar por un juguete mecánico, y que es por tanto la antítesis del bondadoso E.T. de Spielberg. El 1 de junio de 1984, el periódico barcelonés publicó un reportaje titulado «El dibujante español Blázquez afirma que Spielberg plagió su diseño de E.T.», pieza firmada por el entonces becario Víctor Amela, que este domingo recordó el episodio en el plato de Cuarto Milenio. «Abrió una gran carpeta y empezó a sacar dibujos y viñetas de Melvin», apuntó sobre el encuentro de cuarenta minutos que mantuvo en la redacción con el dibujante. El reportaje no tuvo apenas repercusión. Años después, la revista española Cimoc llevó el asunto a su portada, y ahí se acabó el recorrido del asunto, ahora resucitado por Iker Jiménez.
Tomás Hijo, autor e ilustrador, contó en Cuarto Milenio que Blázquez consumió «sus recursos, su salud y su carrera» en demostrar su tesis. Escribió varias veces a Steven Spielberg a los estudios Universal. Nunca recibió respuesta. En una ocasión, el afamado director visitió Barcelona, y Blázquez, enterado, estaba convencido de que lo llamaría para tener un encuentro. Naturalmente, no se produjo tal reunión. «Él no pedía dinero, pedía reconocimiento», precisó Tomás Hijo. «Él lo que quiere es que la genta sepa que él tiene que ver con esa creación», añadió Amela, quien se refirió a Blázquez como «un cometa fugaz marcado por el malditismo» porque, dos años después de aquel reportaje publicado por La Vanguardia, el 6 de octubre de 1986, el autor murió. «Se refugió en el alcohol y en los fármacos para aliviar el dolor que debió ocasionarle que no le reconocieran su obra», añadió este periodista.
Blázquez, el dibujante creador de Melvin
Melvin tiene una estructura craneal muy similar a E.T., es estrábico como el propio marciano en algunos planos y hay una viñeta en la que se camufla entre otros muñecos, como el marciano de la película. Pero también hay diferencias, como que el personaje creado por el español tiene colmillos en la boca, pelo y que, «cuando Blázquez dibuja a Melvin de perfil el parecido es menor», remarcó Tomás Hijo. No obstante, este especialista sostiene que «puede haber una inspiración» porque «el parecido es demasiado significativo y además yo creo que seguramente este tipo de criatura no era un diseño muy frecuente de un alienígena». «Exactamente», confirmó Iker Jiménez.
Recreaciones de E.T. y de Melvin en el plató de 'Cuarto Milenio'
¿Cuál es la verdad oficial? Pues que los creadores del famoso marciano fueron el artista de efectos especiales Carlo Rambaldi y Ed Verreaux. «Ningún ilustrador español estuvo involucrado. La atribución del diseño es de Carlo Rambaldi y Ed Verreaux, con las observaciones, notas, comentarios y aprobación final del señor Spielberg», contestó recientemente Debbie Haeusler, representante de Verreaux, a un correo de Tomás Hijo. El director norteamericano dio una orden muy concreta sobre cómo sería el extraterrestre: «Los diseñadores afirman que E.T. es la mezcla entre la cara de Albert Einstein y un perro carlino, que fueron las instrucciones que les dio Spielberg para diseñar al personaje», contó este ilustrador.
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