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20 de mayo de 2024

Indiana Jones y el dial del destino se estrena este miércoles 28 de junio en los cines

Harrison Ford y Phoebe Waller-Bridge, en una escena de Indiana Jones y el dial del destino

Cine

El exigente entrenamiento de Harrison Ford en su despedida de Indiana Jones con casi 80 años

El actor siguió un intenso entrenamiento guiado para la película Indiana Jones y el dial del destino

Si Indiana Jones y el dial del destino, la quinta y última entrega de la saga protagonizada por Harrison Ford, no respondió en la taquilla como se esperaba no se debió a la falta de implicación de su protagonista, que ahora tiene 81 años. Más de un centenar de especialistas en arte digital trabajaron para que Harrison Ford pareciera mucho más joven en la excelente secuencia inicial de la película pero, más allá del uso de la inteligencia artificial, su envidiable aspecto en el filme es fruto de su esfuerzo, su exigente preparación física y su cuidada alimentación.
Antes de tener que prepararse para interpretar a Indiana Jones, Harrison Ford ya era un apasionado del fitness. De hecho, ha confesado en alguna ocasión que solía ir al gimnasio para hacer intensas rutinas de fuerza, principalmente combinadas con ejercicios de tipo aeróbico. Sin embargo, para encarnar por última vez al famoso arqueólogo tuvo que hacer un trabajo extra. Cuando Harrison Ford aceptó por primera vez ser Indiana Jones, en el filme En busca del arca perdida, tenía 38 años. En 2022, cuando se rodó la quinta entrega de la saga, el actor tenía 78 y tuvo que seguir un entrenamiento muy exigente.
Su preparador físico, Jake Steinfeld, quien además es culturista, explicó en una entrevista para DMarge en qué consistía el entrenamiento del actor. Para empezar, y como la preparación física de Harrison Ford comenzó en plena pandemia y no estaban abiertos los gimnasios, utilizaban utensilios de cocina para hacer fuerza desde casa. El entrenador explicó que la rutina comenzaba a las 5:30 de la mañana. Hacían variaciones con objetos como toallas o palos de escoba para mejorar la resistencia; extensiones de tríceps y flexiones de bíceps.
El actor necesitaba estar realmente fuerte para este papel, y conseguir un cambio masivo en su cuerpo. Sabía que tenía que empezar a trabajar con pesos grandes para ser más musculoso. Por eso, durante los meses en los que estuvo entrenando siguiendo el plan de Steinfeld, cada día de la semana se ocupaba de trabajar en una parte: «Los lunes y los jueves, en el pecho y el tríceps; los martes y los viernes, en espalda y bíceps; y el miércoles y el sábado, en hombros y piernas». El entrenamiento completo incluía entre 50 y 100 repeticiones de cada ejercicio.
Sin embargo, y a pesar del entrenamiento de alto rendimiento, también es cierto que el estilo de vida del actor incluía el seguimiento de una estricta dieta como base porque, para poder llegar a los objetivos marcados, era algo muy importante comer adecuadamente. Y no solo a nivel corporal sino también mental. Centró su alimentación en pescado y verduras, y suprimió la carne roja. El resultado, gracias a la perseverancia de Harrison Ford, fue sobresaliente.

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