
Javier Ruiz, en el estreno de Mañaneros 360 en La 1
Televisión
Javier Ruiz politiza en TVE la muerte del Papa: «Es tremendo lo que hizo la derecha extrema en España con él»
El presentador marca desde su estreno la línea ideológica de Mañaneros 360 en La 1
La muerte del Papa Francisco llevó a TVE a aplazar el estreno de Mañaneros 360, previsto para este lunes (también el de La familia de la tele y el desfile en carrozas para 'celebrar' la insólita llegada del nuevo Sálvame a la televisión pública), y trasladarlo a este martes. Con Adela González desplazada a Roma (y también de su papel como presentadora del anterior Mañaneros para ahora ser copresentadora de Mañaneros 360), Javier Ruiz ha tomado el control desde el plató para convertir la muerte del Papa Francisco y el futuro de la Iglesia católica en una cuestión política. Lo ha hecho una y otra vez, incluso cuando sus invitados expresaban que era un error reducir un asunto tan relevante y profundo al plano político.
Así lo han querido dejar claro, en distintos momentos del programa de La 1, el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo; la vicedecana de la Universidad Pontificia de Salamanca, Ninfa Watt; y José Beltrán, director de la revista Vida Nueva, invitados a la tertulia junto al escritor Eric Frattini y la periodista Laura Arroyo. A pesar de las observaciones de los expertos, Javier Ruiz ha insistido en convertir el estreno de Mañaneros 360 –como lo serán los programas venideros– en un ataque a las posiciones conservadoras y en una abnegada defensa de las posturas –supuestamente– progresistas.
«El Papa Francisco ha sido muy defensor de la lucha contra el cambio climático, minorías, homosexuales, hombres y mujeres divorciados. ¿Vamos a esa línea continuista o vamos a un retroceso, a un espacio más conservador?», planteaba Javier Ruiz al inicio.
Ninfa Watt, vicedecana de la Universidad Pontificia de Salamanca, ha sido la primera en replicar al presentador y no dejarse llevar por el enfoque con el que pretendía orientar la muerte del Papa Francisco. «Es defensor de todas esas cuestiones y de muchas más que no se dicen. Si soy fiel al Papa Francisco, a su pensamiento y a s palabra, la Iglesia no es cuestión de conservadores y progresistas. La clave está, en sus expresiones, entre los que siguen enamorados y los que ya se han acostumbrado», precisaba Ninfa Watt.
«El Papa Francisco ha puesto el foco en la doctrina social de la Iglesia», apuntaba José Beltrán, director de la revista Vida Nueva.
Volvía a intentarlo Javier Ruiz, ahora citando a Milei. «Ha sido un papa muy atacado desde la derecha. Y en su propia tierra. Javier Milei le ha llamado 'hijo de puta, zurdo, imbécil...'. Esto son términos liberales de lo que el presidente de Argentina ha dicho del Papa argentino. ¿Hay una batalla ideológica o estamos hablando de distintas gamas de gris en lo conservador?».
«No utilizaría el término 'derecha' sino el término 'extremos'», anotaba José Beltrán antes de ser interrumpido por Javier Ruiz: «Extrema derecha…». Beltrán continuaba su exposición: «De aquellos que han puesto la ideología por encima de los valores y de la fe. Es cuando han surgido esos desencuentros y a pesar de eso, el Papa Francisco ha sido un maestro en provocar un deshielo».
García Margallo tampoco ha comprado el discurso de Javier Ruiz: «Creo que es un error de partida hablar de posturas conservadoras y progresistas en la Iglesia…», aseguraba el exministro, que también era interrumpido por el presentador: «¿Son grados de conservador?». García Margallo contestaba: «No, no. El Papa tiene un doble carácter: es el cabeza de la Iglesia y como tal dicta reglas sobre todo cuando habla ex cátedra que solo afectan a los fieles, y otra, por la posición que ocupa en el mundo y por el prestigio de la Iglesia católica, enumera principios éticos que sí se pueden juzgar con carácter político de progresistas o conservadores no olvidando nunca que parte de una raíz única, que es la trascendencia».
La periodista Laura Arroyo sí compraba, en cambio, el enfoque político de Javier Ruiz. «Hablamos de una institución política, de poder, no estamos hablando de una institución religiosa únicamente. La clave es entenderlo así porque va con los tiempos. Y son tiempos de crecimiento de neofascismos, de discursos de odio, de discursos reaccionarios, de crecida de los discursos conservadores y ultraconservadores a nivel mundial, y el Papa Francisco supo leerlo bien».
Javier Ruiz ha pasado a atacar a «la derecha más extrema en este país», que ya no era Argentina, sino España: «Aquí ha habido un odio ultra, estaba diciendo antes Beltrán, y es verdad. Ha habido una ultraderecha que ha señalado y criminalizado a este papa de una manera brutal y despiadada. En España ha habido partidos que le han negado hasta el carácter de papa y hablaban de él como 'ciudadano Bergoglio'. Es tremendo lo que ha hecho la derecha más extrema en este país con un papa que no se quería significar políticamente».
«Ultras siempre hay. Hay ultraizquierda y ultraderecha…», advertía Ninfa Watt. Javier Ruiz se apresuraba a autoasignarse el turno de palabra. «No ha habido ataques de la ultraizquierda tan brutales como los ha habido desde la ultraderecha. Lo que ha habido es un ataque desde los sectores que teóricamente serían más cercanos a la Iglesia, más conservadores». Ninfa Watt volvía a replicar a Ruiz: «Teóricamente, si uno da por supuesto que todos los de la Iglesia son de derechas, cosa que es absolutamente falsa».
José Beltrán intervenía después para precisar que «el problema es interpretar la fe únicamente desde una perspectiva ideológica. Si solo consideramos que uno es católico solo por ir contra el aborto o la eutanasia, te quedas corto. De la misma manera si crees que ser católico es únicamente defender a los migrantes. Ahí es donde entra la pluralidad de ser cristiano hoy y todos esos matices que reclamaba el Papa Francisco».
Javier Ruiz seguía a lo suyo y, sin mencionar a Vox ni Santiago Abascal, daba paso a un vídeo en el que el líder de la formación política se refería al Papa Francisco como «ciudadano Bergoglio». Todo esto en el primer día de programa y con un asunto tan relevante como la muerte del Papa Francisco que en nada invita a su instrumentalización política. Suficiente para comprobar, como ya se sabía por otra parte, que Mañaneros 360 gira sobre Javier Ruiz y su obsesión, la suya y la de esta TVE al que poco le queda de servicio público, por defender a la izquierda y criticar a la derecha.