No hay una metedura de pata tan espantosa como la que Warner Bros hizo con el último largometraje de Sergio Leone, Érase una vez en América, una suntuosa epopeya criminal que el cineasta se vio obligado a reducir de 269 minutos a 229 para su estreno en el Festival de Cannes en 1984, solo para que después le quitaran 90 minutos más para su estreno en Estados Unidos, reduciéndola a poco más de dos horas y media –la duración original era de más de cuatro–. Por suerte, el tiempo ha sido benévolo con la versión más completa y sombría de esta obra maestra con banda sonora de Morricone que narra la vida de cinco amigos en su búsqueda de fortuna y notoriedad en la Nueva York de los años 20. Magníficas, como siempre, las interpretaciones de Robert DeNiro, James Woods y Joe Pesci.