Fundado en 1910
Rocky

Sylvester Stallone, caracterizado como Rocky

Cine

El final original de 'Rocky' que nunca vio la luz gracias a Sylvester Stallone

La propuesta del director Ryan Coogler contemplaba la muerte del mítico boxeador, pero Sylvester Stallone frenó el desenlace

Pocos personajes en la historia del cine han quedado tan indisolublemente unidos a su creador como Rocky Balboa a Sylvester Stallone. Se dice que cuando Hollywood sugirió comprarle el guion de Rocky en los años 70 sin dejarle protagonizarla, él respondió: «Sin mí, Rocky no existe». Y casi medio siglo después, él mismo volvió a demostrarlo cuando se negó a que el boxeador muriera en la primera entrega de Creed. Lo explica con total claridad: «Nunca me sentí cómodo. Esquivé esa bala durante dos o tres años».

La visión original del director Ryan Coogler contemplaba un cierre dramático: Rocky enfermo y muriendo en la pantalla. Pero Stallone frenó la idea de inmediato. «Tal como lo había escrito, Rocky muere. Le da la enfermedad de Lou Gehrig. Y dije: «Me obsesionan mucho los personajes que mueren. Preferiría que se subieran a un tren y no volver a verlos. Pero morir, simplemente desanimaría por completo al público», confesó.

No lo decía solo como actor, sino como guardián emocional del personaje. Rocky nació como un símbolo de resistencia, de caer y levantarse, no de extinguirse trágicamente. Para Stallone, matarlo habría sido algo más que un giro dramático: habría sido romper el pacto emocional con generaciones de espectadores. Su decisión no fue un mero capricho creativo: obligó a reescribir el arco dramático para conceder al protagonista una evolución más introspectiva, alejada del ring y centrada en el legado.

Como él mismo resume: «Fue un reto enorme porque no podía usar mi cuerpo. No estaba luchando. Requería mucha actuación dramática… y salió bastante bien». De hecho, por Creed obtuvo una nominación al Oscar que muchos ven como una suerte de «reconciliación» tardía de la Academia con aquel sueño que empezó en 1976.

Sin embargo, su ausencia en Creed 3 confirmó que la saga ha tomado un rumbo más independiente y, a su juicio, demasiado alejado de su esencia. Stallone no se mordió la lengua: «Este es el típico caso de ir escogiendo a conveniencia aspectos de Rocky sin tan siquiera preguntarme si quiero unirme. Es una situación lamentable… Sé lo que podría haber sido».

Sylvester Stallone en Rocky (1976)

Sylvester Stallone en Rocky (1976)

En paralelo, la figura de Stallone como autor total sigue siendo insólita en Hollywood. No se limita a interpretar: escribe, corrige, dirige, sueña y protege. Rocky es autobiográfico, es su biografía disfrazada de guantes. Como curiosidad, mientras rodaba la primera película no tenía ni dinero para alimentar a su perro –el mismo que aparece en pantalla– y llegó a venderlo para sobrevivir… hasta que, tras conseguir el papel, lo recompró. Eso construye otro nivel de vínculo: no es solo un personaje, es un pedazo de vida.

Hoy, con Balboa en un semi-retiro narrativo, Stallone no descarta que el personaje reaparezca en el futuro. No como héroe invencible, sino como memoria viva de algo que Hollywood rara vez conserva: el alma de su propio sueño americano. Quizá por eso se resiste a permitir que Rocky muera. Porque si Rocky muere, un poco también desaparece aquello que lo convirtió en leyenda: la idea de que incluso cuando todo parece perdido… todavía se puede aguantar un asalto más.

Temas

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas