'El vicio del poder', la película de Christian Bale que narró la vida del expresidente Dick Cheney

Dick Cheney ha fallecido a los 84 años debido a complicaciones derivadas de una neumonía y una enfermedad cardiovascular, según un comunicado de su familia, difundido por Fox News. El difunto político, quien fuera el segundo al mando del presidente George W. Bush, fue considerado el artífice de la guerra de Irak tras el ataque terrorista de Al-Qaeda contra el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001 y uno de los republicanos más influyentes en el mandato.

Su profunda implicación en las decisiones de defensa, Inteligencia y seguridad nacional cambió de facto lo que significaba ocupar el cargo y rápidamente se le conoció como uno de los vicepresidentes más influyentes que Estados Unidos había tenido jamás.

El vicio del poder, la película biográfica satírica dirigida por Adam McKay, sigue la carrera de Cheney desde sus primeros años bajo Richard Nixon y Gerald Ford hasta su etapa como secretario de defensa con George H.W. Bush, concluyendo con su vicepresidencia durante la administración de este último.

«El cargo de vicepresidente es principalmente simbólico», le dice Cheney a un Bush interpretado por un cómico Sam Rockwell durante un almuerzo previo a la campaña presidencial. «Sin embargo, si llegamos a un acuerdo diferente, puedo encargarme de las tareas más rutinarias: supervisar la burocracia, el ejército, la energía y la política exterior».

Christian Bale disfruta transformándose para sus papeles, al igual que Tom Hardy parece disfrutar con los acentos peculiares, y esta película lo demuestra a la perfección. En ella interpreta al fallecido expresidente, mimetizándose por completo con el personaje a pesar de su gran parecido con el verdadero Cheney.

El departamento de maquillaje contribuyó enormemente a ello, pero la actuación de Christian Bale fue, obviamente, fundamental. Va más allá de una simple imitación, añadiendo una complejidad quizás inesperada al papel y a la película en general, lo cual es positivo, considerando que es a la vez un drama y una sátira, en lugar de una biografía convencional.

Hay quien piensa que, lamentablemente, la película en torno a Christian Bale no está a la altura de su actuación. El vicio del poder a veces tropieza consigo misma y se siente caótica, en ocasiones de forma intencionada. Exagera algunas de sus cualidades y decisiones más controvertidas hasta el punto de convertirlo prácticamente en un villano. En X, antes Twitter, el director McKay describió la película en el momento de su estreno como «una instantánea del poder salvaje, silencioso y sombrío de Dick Cheney».

El precio del poder fue aclamada tanto por la crítica como por el público, recibiendo ocho nominaciones a los Premios Oscar, incluyendo mejor película, mejor director para McKay, mejor actor para Bale y mejor actor de reparto para Sam Rockwell, quien interpretó a George W. Bush. Sin embargo, la película solo se llevó la estatuilla al mejor maquillaje y peluquería.